Ya sucedió en Pasaia, Gipuzkoa. Hace unos treinta y cinco años. Un amigo mío, José Luis del Val desapareció. Su coche estaba aparcado, con las llaves en el contacto, en una zona de descampado del monte Jaizkibel y nunca más apareció. Ninguna batida dio resultado. Salió de su casa una noche y no volvió jamás. Alguien le vio con otra persona, de madrugada, en su coche, por la calle San Martín de San Sebastián.
José Luis del Val desaparecido
Estos son los impresentables ministros que tiene España. Zoido, sin que se haya aún resuelto lo que ha sucedido a tres mujeres desaparecidas, una ya encontrada ahogada y con signos de violencia, y de una cuarta mujer con intento de secuestro el 16 de febrero, el ministro descarta relación entre estos casos y no encuentra indicios de delincuencia. Para este gobierno y policía, que aparezca una mujer semidesnuda, con violencia, en un embalse, no atisba delincuencia alguna y no es provocada por la actuación de un grupo de delincuentes y que, por ello, no deben ser motivo de alarma, a la vez que pide confianza en la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. ¡Ninguna confianza! ¡Aquí sucede algo muy raro! Y van muchas mujeres ya en España, desaparecidas y es una historia muy sospechosa de incompetencia de autoridades y gobernantes.
José Luis del Val desaparecido
Estos son los impresentables ministros que tiene España. Zoido, sin que se haya aún resuelto lo que ha sucedido a tres mujeres desaparecidas, una ya encontrada ahogada y con signos de violencia, y de una cuarta mujer con intento de secuestro el 16 de febrero, el ministro descarta relación entre estos casos y no encuentra indicios de delincuencia. Para este gobierno y policía, que aparezca una mujer semidesnuda, con violencia, en un embalse, no atisba delincuencia alguna y no es provocada por la actuación de un grupo de delincuentes y que, por ello, no deben ser motivo de alarma, a la vez que pide confianza en la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. ¡Ninguna confianza! ¡Aquí sucede algo muy raro! Y van muchas mujeres ya en España, desaparecidas y es una historia muy sospechosa de incompetencia de autoridades y gobernantes.
Diga lo que cuente el ministro y la policía, estas chicas quedaron con
alguien alejadas de sus casas, fueron en coche y esa o esos alguien las mató. A
medida que continúan las horas, ante la inoperancia de la policía y las
declaraciones de Zoido, la aparición del cadáver de Paz y la denuncia por
intento de secuestro de una cuarta mujer, el desánimo se ha instalado en las familias
de las mujeres desaparecidas en Gijón. Con esta policía y con este gobierno, no
hay solución y menos después de que haya sido un piragüista quien descubriera
un cadáver habiendo estado la policía dragando la zona en la que apareció y la descubriera el piraguista poco
después de irse ella. Y que una policía y
un ministro, ante una persona que ha sido encontrada semidesnuda y en un
pantano con signos de violencia, manifiesten que no existen indicios de
sospecha de que hayan sido forzadas y no
voluntarias. ¿Voluntariamente se ahogó en el pantano? ¡Que extraño es todo esto! ¡Que vergüenza! De ministro de Interior que, por cierto, sigue buscando infructuosamente a Gabriel Cruz. No se lo cree nadie. Y ya sales corriendo cuando te dicen, ante lo que se sabe ya, que no existen indicios
delincuentes.
Alguien asesina por la zona. Dicen la Guardia Civil y el ministro que no encuentran indicios que relacionen a tres
mujeres desaparecidas en varias localidades de Asturias o que hayan sido
forzadas o voluntarias. Yo tengo un montón. Zoido, el incompetente
e imprudente ministro, asegura por que sí no tener nada que ver una con otra
desaparición. El caso es que ha aparecido el cadáver de Paz Fernández, ahogada
en el embalse de Arbón, por cierto localizado por un piragüista porque la
Guardia Civil ni lo encontró habiendo dragado esa parte del embalse, con signos
de haber sido asesinada y medio desnuda. ¿Y esto es a lo que la Guardia civil
llama no haber sido forzada? Evidentemente, como ocurrió con Diana, Marta, las
de Alcàsser, Sandra, las dos mujeres de Hornachos (Francisca Cárdenas Y Manuela
Chavero), no vamos a saber mucho más. Por cierto extraño caso el de Francisca
Cárdenas, que salió de su casa para
entregarle a un amigo de la familia a su hija pequeña, de la que se había
estado haciendo cargo durante la tarde y tras dejarle a la niña, retomó el
camino de vuelta a su casa, distante unos 60 metros, pero no llegó a ella. La
casa, cuya puerta dejó abierta, está en una calle cortada. Y nunca más se supo
ni nadie investigó más.
Y existen muchos más casos sin resolver y de los que nadie se preocupó
o incluso borró pruebas: Cristina Bregua de Cornellá, cuyo cuerpo sigue sin
aparecer después de 20 años y de que su novio recogiera una coartada de su
propia madre. Eva Blanco, en Algete, asesinada a puñaladas, encontrada en el
terraplén de una carretera en construcción, y a cuyo asesino nadie jamás detuvo
a pesar de que existían sospechas de un conocido con quien tuvo Eva relaciones
en el coche, que se menospreciaron pruebas de ADN de voluntarios del pueblo ya
que el asesino dejó el suyo en el cuerpo de Eva, y la comandancia de la Guardia
Civil de Tres Cantos (Madrid) nunca supo nada. ¡Increíble! Y muchos más casos:
Sheila Barrero tenía 21 años. Estudiante
de Turismo en Gijón, también trabajaba los fines de semana de camarera en un
bar de Villablino, en León. Fue justo en el Puerto del Cerredo, su hermano
Elías la encontró dentro de su coche una mañana de enero de 2004. Estaba
sentada en el asiento del conductor, con las manos colocadas sobre las rodillas
y el abrigo enganchado en la puerta y le caía un chorro de sangre por su sien. El
calibre, con el que un asesino había acabado con Sheila, era muy pequeño, poco
común, pero en esta zona minera las escopetas, explosivos y armas modificadas
de pequeño calibre eran muy poco habituales. La escena había sido modificada.
La había parado en la carretera, por lo que tenía que ser alguien conocido. El
asesino se había montado en el asiento trasero y la había disparado a la
cabeza. Después movió su cuerpo al sitio del copiloto, trasladó el vehículo a
la explanada que hay en el puerto y volvió a colocar a Sheila en el sitio del
conductor. Uno de los amigos, y ex pareja de Sheila, dio positivo en las
pruebas de residuo de disparo. Pero una batalla química legal sobre si podía
deberse a una transferencia dejó, incomprensiblemente, suelto al sospechoso
tras ser detenido. Nunca se supo más de la mayoría de estos casos, ni los
investigaron realmente.
No me extraña que no se sepa jamás lo que ha sucedido; si un ministro
del gobierno, Zoido, sin haber aún descubierto el paradero de las otras dos
mujeres de Asturias, ya descarta que tengan que ver las desapariciones entre
ellas. Oseas: carpetazo. ¿En base a qué? Con ello ya nos está diciendo que no
va a investigar nada. ¿Qué mafia existe en España que se lleva a mujeres, las
asesina, hace desaparecer, tortura, esconde cadáveres, que nadie encuentra una
razón y a sus asesinos? ¿Quién se encuentra detrás de todo ello? ¿Paraliza
alguien algunas investigaciones? ¿Por qué se nota tanta incompetencia en las
fuerzas de seguridad? No es creíble que, en este tipo de desapariciones, no
aparezca nadie y si sale algo es porque
se ha movilizado una población: Diana o el piragüista por ejemplo
En este caso que nos ocupa tiene todas las papeletas para tratarse del
mismo asunto, relacionado entre sí: Lorena Torre, de 40 años, desapareció el
pasado jueves, día 1 de marzo, por la noche, en Gijón, y su coche apareció aparcado en las
proximidades de la playa de El Rinconín. Un día después se produjo en Avilés la
desaparición de Concepción Barbeira, tras salir de su casa en San Adriano
(Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés, al
que no llegó a incorporarse. Su vehículo fue localizado horas después de que se
denunciase la desaparición con las puertas abiertas y el bolso en su interior
en la localidad de Santa María del Mar, en Castrillón. Y Paz que ha aparecido
asesinada. Había decidido pasar un día en la localidad costera de Navía. Allí
reservó un hostal y se la vio la noche del 13 de febrero. Cerca del hostal de
Navía se encontró al perro, al día siguiente, solo. Y el ministro dice que nada
de esto es de similar calado. Le agradeceríamos que nos explicara que ha
sucedido, ya que sabe tanto como para descartar relación entre estas
desapariciones que aterran a Gijón. La
gente en España se encuentra muy sensibilizada; no se fía ni de los gobernantes
ni de los policías; estos temas de mujeres acaban por no resolverse y es muy
raro.
Además hay una denuncia de secuestro que parece que el ministro no se
ha enterado de la misma. Ocurrió según consta que una cuarta mujer, ovetense, denuncia
que intentaron secuestrarla, cuando un hombre intentó meterse en su coche, en
una zona apartada y sin iluminar. Coincide el coche con las otras tres
desparecidas, cuando volvía de Gijón a Oviedo. Curiosamente, esto ocurre muy
cerca entre personas relacionadas por su vivienda o trabajo. Cerca de donde
trabaja Lorena y residía Paz, Nuevo Roces, a esta cuarta persona, en la
oscuridad de la noche, en un semáforo al lado de un desguace, un 16 de febrero,
un hombre la abordó en la oscuridad intentando entrar en su coche. Hay muchos
puntos en común, como para no desviar la relación entre estos cuatro casos
similares, cercanos, en la zona y con este precedente de secuestro ubicado en
el epicentro de por donde se movían dos de las personas desaparecidas. Entre
Navia y Castrillón hay 48 km. Y entre Gijón y Castrillón 37 km. Entre Navia y
Gijón 101 km.
Tres mujeres sin apenas problemas y desparecen cuando a algún lugar
iban con los coches. La segunda en desaparecer fue Lorena Torre García. Salió
del trabajo el jueves 1 de marzo, de un hipermercado de Gijón, no volvió nunca
más y su coche apareció en la playa de Rinconín, en Gijón, a 12 minutos de
donde había salido, con sus enseres personales dentro. Paz Fernández, la
primera en desaparecer, el 13 de febrero, se sabe anduvo por entre Navia donde
apareció el perrito, el hospital de Jarrio donde estaba aparcado su coche y una
zona montañosa donde se registró la última llamada de móvil. Iba a Navia en
plan de asueto por un día. Entre Navia y donde ha aparecido su cadáver, entre
estos dos lugares, hay doce kilómetros. La última fue Concepción, vecina de San
Adriano, el caso más extraño. Marchó a las
8 de la mañana al Hospital de San Agustín, su coche apareció bien aparcado en
la puerta del Hotel Román, a dos kilómetros de su casa, en la playa de Santa
María del Mar, con los enseres y las llaves puestas. Con la aparición del cadáver de Paz parece que su muerte violenta fue "voluntaria" según el ministro. ¡Que desgracia de políticos!
Las familias no creen en absoluto la denigrante versión oficial. No es
para menos. No se trata de mujeres con problemas. Desaparecen sin lógica. Viajes
inesperados o extraños lugares al que han accedido sin venir en su ruta. Personas que salen del trabajo o van a él y
sus coches, aparecen bien aparcados con los enseres personales y hasta el bolso dentro. Cercanía
entre viviendas y trabajos de algunas. Nadie deja el coche con las llaves
puestas; son tan cercanos todos los casos y muy similares: coche, lugar alejado
sin muchos testigos, viajes inesperados, retornos o idas que no acaban en su
casa o lugar de trabajo. Todos los casos, con ese coche aparcado en una ruta
extraña y un jamás se supo de ellas. Y en un radio pequeño de acción. No le
vamos a hacer el trabajo a la policía pero es evidente que los cuatro casos
están relacionados; el secuestro era un acto desesperado ante la falta de
víctima; estas mujeres quedan con alguien que las capta y si unas llaves
continúan en el coche sin la propietaria, a la misma, es que la han forzado a salir;
sin duda. Hay un miedo enorme y una incompetencia absoluta. Seguiremos.
Muy muy interesantes reflexiones. felicidades
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