CRÓNICAS MUTANTES: CUANDO UN PADRE METE LA MANO EN LA BRAGA DE SU HIJA Y EL JUEZ LE ABSUELVE.

Ya, Margarira Robles, en su día cuando era nº 2 de justicia, en los 90 con Belloch, se encargó que, del anteproyecto de ley de reforma del Código Penal, se eliminara el término “violación” de su articulado para ser considerado "abuso". A partir de entonces, algunos jueces, la progresía y las logias, están sentenciando, absolutoriamente o con penas mínimas a las que la Doctrina Parot las suaviza aún más, verdaderas aberraciones sexuales. Los socialistas han hecho mucho daño a la justicia en España.

Mientras la masonería nombra a Riverita doncel de Bilderberger , como “Líder mundial”, la justicia española está por los sumideros. Hoy, el mismo Llarena, sirviendo al gobierno, dentro de una jeringonza palabrera, un enredo conceptual, nos dice cantinflescamente que Montoro no descartó la malversación sino que “aludió a una mecánica de fraude oculta”. Quedó claro que el mismo Llarena pidió explicaciones a Montoro sobre que justificara el por qué consideraba que no se utilizó dinero público para el referéndum independentista del día 1 de octubre de 2017 en Cataluña. ¿Que nos cuenta ahora Llarena? ¿Qué se trae entre manos? Y es que, Montoro, NEGÓ rotundamente el delito de malversación,  comprometiendo a Llarena en su sumario, ahora amigos los dos, consistente precisamente en la utilización de dinero público en fines ilegítimos, por ejemplo el citado referéndum. Ya lo han arreglado todo: Rajoy, Montoro y el sumiso Supremo con este juez que sabe de sobra que lo único que se ha estado haciendo con el FLA y el FLU es financiar partidas inconstitucionales. Así se pastelea la justicia en la corrupta España del Estado de Partidos.

Ya no sólo es lo de Urdangarín. Tenemos el caso vergonzoso del meteórico del marido de la juez Nuñez, el médico Julio Guija, en la Junta de Andalucía, como jefe del Servicio de Psiquiatría Forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla,. Tras la indecente expulsión de Mercedes Alaya, este personaje de Nuñez se ocupó de enredar los ERE y de confundir para que, al final, nada ocurra a pesar del excelente trabajo que realizó de estas macrocausas Mercedes Alaya. ¿Pago a los servicios prestados? Además, en el culmen ya del nepotismo y enchufismo indecente, coincidió en el tiempo con la contratación de su hermana por la Agencia IDEA, la cuñada de la juez, en este ente autonómico que abonó durante diez años las ayudas irregulares de los ERE. ¿Todo queda en casa con el refrendo y dinero de los incautos o vividores.

Tenemos el caso de la jueza denunciada en San Sebastián y de la Teniente Fiscal, Asenjo y Rebollo, por supuesta prevaricación protegiendo una supuesta trama política de pederastia y violaciones donde hay gente muy gruesa inculpada y filtraciones del Sumario en fase de secreto a un político llamado Odón Elorza, acusado también en esta escabrosa trama cuyo fotógrafo ya está, al fin, en la cárcel. El caso que ahora se ha destapado de Manuela Carmena absolvió a un condenado por intento de violación porque “no existía propósito libidinoso” ni “Excitación”. Y por supuesto el juez discrepante de “La Manada”, Ricardo López, que tiene muchos puntos en común con la sentencia absolutoria de Carmena. Todos estos coinciden en la argumentación exculpatoria, por algo. Hay una hoja de ruta judicial. Es evidente.

Debe ser expulsado inmediatamente e impedido que haga “justicia” a su modo peculiar. Van apareciendo situaciones en las que él ha participado. El TSJN pidió se le jubilara por “incapacidad permanente”, tras 14 meses de baja por enfermedad y prórrogas de licencia por enfermedad, renovadas consecutivamente por el CGPJ, y ahí sigue. Pasaba de todo. Retrasos injustificados y reiterados en sentencias, ignorancia y pasotismo de sus deberes judiciales, incumplimientos de horarios, inasistencia injustificada a actos judiciales con audiencia pública, hacía lo que le venían en gana, fue sancionado con la advertencia de una falta leve por incumplimiento injustificado de los plazos legalmente establecidos para dictar resolución. En total más de seis sanciones y multas, la mayoría por faltas graves, en este individuo que es un peligro público. Y continúa en el Cuerpo Judicial. Ha hecho frente a sanciones, entre otras, que supusieron  255.000 pesetas, en los años 96/97, y de 600 euros en la última ya en el 2000.

Este sujeto tendría que estar fuera de esa posición de juzgar y condenar o absolver a la gente. Puede provocar que un culpable este en la calle o un inocente encerrado y los principales culpables del comportamiento de semejante "juez" la tienen sus responsables por no haberlo apartado de la judicatura al haberle observado el más mínimo síntoma de incapacidad. Lo más grave sobre este personaje se ha conocido hoy; tiene que ver con ese algo enfermizamente morboso, similar a aquello, de cuando le preguntaba indecentemente  a la víctima de “La Manada” si  ¿”Había disfrutado”? Para mí se trata de un individuo fuera de cabales. Aquí a una niña que no estaba "perturbada" cuando su padre la sobaba.

Hace tres años absolvió a un padre de una niña que fue denunciado por un viajero del autobús que observo que "con ánimo lascivo y libidinoso comenzó a tocar el trasero de la niña". Tras meterle la mano dentro del pantalón y la braga, le dijo: "A ti te tocan tu padre y tu madre”. Y el viajero le denunció.

En aquella ocasión este juez emitió su voto discrepante, absolutorio por supuesto, sobre un padre acusado de abusos sexuales. Se pedían siete años de prisión para el acusado, así como la inhabilitación especial para la patria potestad de sus hijos durante cinco años. Tuvo, casi una reacción similar a la que tuvo con los de “La Manada”.  El testigo denunció que el acusado metió la mano dentro del pantalón, con ánimo lascivo y libidinoso, y comenzó a tocar el trasero de la niña, tras meterle la mano dentro del pantalón y dentro de la braga mientras le decía: ‘A ti te tocan tu padre y tu madre’”. Y al unísono que años después con la pobre víctima de “La Manada”, este señor nada sensato y cabal, absolvió al padre porque la niña “no mostró signo alguno de encontrarse o sentirse incómoda, intranquila, inquieta o perturbada, ni mediante palabra ni por medio de gestos o cualquier tipo de acción que llamase la atención ni del conductor del autobús ni de otros viajeros”. O sea, que como la víctima de “La Manada”, una niña,  se lo pasó “pipa”. Y echó por el suelo la visión del denunciante sobre una manera de relacionarse el padre con su hija, natural, según este juez, como es meterle mano por dentro de las bragas a tu hija del alma. ¡Hay mucho amor en ello!

Muy mal mentalmente está este señor. Atestigua que sobar a tu hija el culo por entre las bragas es una muestra de cariño y afecto, raro, inapropiado si se quiere, pero natural y nada que merezca algún reproche penal o suponga vejaciones a un menor. Él, no puede creer eso porque estaría para encerrarlo. Pero sin embargo sus sentencias son las de un pirado que justifica por algo las agresiones sexuales. ¿Cómo una niña va a gozar mientras el padre le acaricia el culo atravesando con su mano las bragas? Es que además es una falta de respeto a la condición paterna del hombre y su amor inmenso por sus hijos.

Como sucedió con la cara de la víctima de “La Manada”, tirada en el portal,  la niña manifestaba cara asustada y triste Este hecho también fue reflejado por el ministerio fiscal durante el juicio. Pero el juez explicó en la Sentencia que la joven “no mostró signo alguno de encontrarse o sentirse incómoda, intranquila, inquieta o perturbada, ni mediante palabra ni por medio de gestos o cualquier tipo de acto que llamase la atención ni del conductor del autobús ni de otros viajeros”. Y como está muy trastornado, confundió al padre y su acto nauseabundo, en un supuesto mismo plano que si hubiera sido la madre la que metía mano su hija y que no hubiera supuesto un comportamiento obsceno. No sé pero yo jamás vi en mi casa que mi padre metiera la mano por entre las bragas a  mis hermanas. ¡Está muy mal este señor! Esta es la justicia que tenemos y que, por encuestas en las que sigue ganando el PP, seguiremos empeorando.