Uno de los más vergonzosos silencios de la corrupta prensa española se
está dando estos días. Con el tema de la decisión inaudita del Supremo sobre el
impuesto de las hipotecas. Pero la
cuestión relevante y la tensión que provienen de ahí no es conocer el por qué
la modificación ha sido relevante o si afectará de un modo u otro a quien deba
corresponder o las reacciones como se han producido. Inda y Marhuenda, el
pasado sábado, defendían la postura del Supremo obviando este escándalo que
está ya entre nosotros. ¡Menudos pájaros los dos! Impresentables estos dos
vividores. Tampoco lo importante desde hoy es el dicho giro jurisprudencial si
debe ser o no confirmado" ante "la enorme repercusión económica y
social". Es muchísimo más. O quien deberá pagar al final ni cuándo se
producirá sea o no el 5 de noviembre. Ni por asomo lo grave es la inseguridad
jurídica y que algunos bancos han paralizado la concesión de hipotecas, ni la
confusión creada y que no contribuye a la imagen de independencia del Poder
Judicial" o la nota de Díez-Picazo que ha abierto una brecha entre él y
seis magistrados de su Sala III. Lo muy grave ha sido el pelotazo que han dado
algunos, entre otros los bancos. De ello no se habla.
Han sacrificado una banda de delincuentes el mercado inmobiliario para
sacar réditos. La situación es de incertidumbre provocada por la sentencia de
Sala Tercera del Supremo que exime a los hipotecados de pagar el impuesto de Actos
Jurídicos Documentado y la posterior decisión del presidente de la sala, Luis
Díez-Picazo, de dejar en el aire la validez de esa jurisprudencia han
paralizado de hecho de las operaciones de compraventa de viviendas y de la
contratación de hipotecas: tanto los hipotecados como los bancos optan por
aplazar la formalización de las operaciones ante la incapacidad para despejar
sus dudas de los notarios y de las comunidades autónomas, que siguen esperando
unas instrucciones que el Gobierno no tiene ninguna prisa por dar. ¿Por qué? ¿Quién
se ha beneficiado? Es el SupremoGate.
Fue el presidente del propio Tribunal quien impulsó la revisión de las
sentencias. Nada es normal en este caso. Olía que apestaba ya desde este fin de
semana. La prensa boba se apresuraba a decir quién debería pagar esas hipotecas
y todos felices. La Banca perdía un día 8.000 millones en bolsa para
recuperarlos con creces al día siguiente, haciéndose rica, ella y los que se
encontraban al tanto de la bajado del jueves y de la posterior subida del
viernes. Ese viernes, al día siguiente, la tregua a la banca anunciada por el
Supremo, que entonces aclaró que estudiaría si consolidaba el reciente cambio
de las reglas hipotecarias y obligaba de forma generalizada a las entidades a
cargar con el impuesto de actos jurídicos documentados en hipotecas, frenó la
sangría en Bolsa e hizo ricos a muchos.
En absoluto se ha tratado de un golpe al sistema financiero, político o
judicial. Llamaba ya la atención en esta sentencia es el radical cambio de
criterio que aplica el juez, puesto que hace apenas seis meses el Supremo se
pronunció en sentido contrario, tras ratificar que el hipotecado es el sujeto
pasivo de dicho tributo, tal y como fijaba la normativa vigente hasta ahora.
Olía fatal y los movimientos al alza en
la Bolsa de Madrid del pasado viernes, día 19 de octubre, deberían ser
investigados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Díez-Picazo comentó con Lesmes lo que se disponía a hacer, es decir,
emitir un comunicado suspendiendo de facto la resolución hasta un Pleno que
dictamine si se confirma o no el giro jurisprudencial y en este contexto la
subida de las acciones de los bancos el pasado viernes, tras la bajada del
jueves, puede haber generado fortunas si se disponía de información sobre lo
que se cocía. Y cabe recordar que la jefa de gabinete de Lesmes, la fiscal Ana
Murillo, es esposa de José Manuel Cendoya, uno de los vicepresidentes del Banco
Santander. Esta es la realidad que oculta la prensa española. Un escándalo a
cara descubierta con ganador segurola, la Banca sale ganadora y el pueblo continúa
pagando religiosamente. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Ninguna
prensa menciona si esta medida es excepcional o no ni tampoco si hay algún
procedimiento para casar la jurisprudencia generada por una sala del TS con una
sentencia tan opuesta a las anteriores. En España el Estado de Partidos nombra
al poder judicial, le hace obedecer a los aparatos de los partidos y no existe
algún control previsto por el ordenamiento jurídico sobre la cúpula del poder
judicial. El TS actúa con impunidad y es un poder desbocado sin controles
democráticos. Ese es el país al que ustedes van a ingenua o interesadamente a dar su refrendo, funcionarios por unos segundos, desgraciados para el resto de los 4 años.
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