Mientras La Naval se cierra porque nadie considera seria a Euskadi y nadie ve interesante invertir en Euskadi, el PNV sigue con su rollo independentista por el poder. La política nacionalista busca sus votos, que no la gestión, en el
golpe de Estado, en Catalunya o Euskadi. Markel Olano, Diputado de Gipuzkoa, añora
esa Catalunya golpista y se anima él solo y a los suyos a seguir por esta senda
de enfrentamientos y sediciones. Se le olvida que, como todos los
representantes del corrupto Estado de Partidos, su partido está incrustado en
el estado y de él cobra y al cual sirve profesionalmente, no a la sociedad
civil, ciudadanía o súbditos. Siente envidia por Catalunya; es uno de los
voceros más radicales del PNV, de Egibar, como Eneko Goia, y uno de los
políticos de Euskadi sobre el que más se extiende una negra sospecha de
corrupción, desde los tiempos de su anterior mandato y el Caso Bidegi.
En Euskadi no se da en absoluto ese impulso incendiario sobre la
falacia de la liberación de un pueblo, lo que ha sido inoculado en la golpista
Catalunya. Porque la sociedad vasca ha aprendido mucho de la violencia, de los
crímenes, de la corrupción de los nacionalistas y aunque vote PNV, por esos
derroteros golpistas, no camina. La sociedad vasca conoce muy bien a los
fariseos ultras liantes del PNV. Y que cuando llegan elecciones, aunque lo suyo
del PNV son las corruptelas y la pasta, asoma siempre unas ponencias
parlamentarias de autogobierno y que las fuerzas políticas vividoras
nacionalistas ya se encuentran tratando otra vez los fundamentos del nuevo
Estatuto. Nunca ocurre nada. Su devenir posterior es el consenso con quien sea
y hasta que dure, el chantaje, el racismo, buscar soluciones personales de
cuotas de poder y económicas para ellos y dar a la húmeda más que de costumbre
y negar ese derecho a veto alguno, ni democrática ni políticamente, para que al
final todo queda en intercambios con el gobierno central donde ahora ya apoya a
unos golpistas.
Este sujeto, Olano y su compay Eneko Goia, alcalde hoy de San Sebastián
y uno de los mejor remunerados del Estado y amigo íntimo de Manuela Carmena que
parecen ya novios, los dos, entonces representantes de Infraestructuras
Viarias, se encuentran reprobados por el escándalo de las facturas falsas de
Bidegi en el pago de las obras del túnel de Arlaban de la AP-1. En la
liquidación final de las obras de la AP-1, en junio de 2011, se falsificaron
las mediciones relativas al material empleado en la construcción del túnel y se
encareció el coste del tramo correspondiente a Álava en 10 millones de euros
respecto a lo ya abonado en 2009, cuando entró en servicio la autopista. Para
corroborar esta tesis, la Diputación entrante solicitaba información a Álava
sobre los trabajos ejecutados en su tramo del túnel y la respuesta fue que las
mediciones efectuadas coincidían con lo que se pagó en 2009 (36,3 millones de
euros). Sin embargo, en la liquidación final de la obra, en junio de 2011, se
incluyeron 40,7 millones de euros más, de los que 10 correspondían
supuestamente al tramo alavés y que se pagaron a la UTE a pesar de que Álava ya
había abonado su parte en 2009. Pagándose al final 3,4 millones por trabajos no
realizados.
El mismo Olano, mientras disertaba con la PSE sobre la gobernabilidad
del País Vasco, en noviembre del 2016, pedían seis años de cárcel investigado
por el Juzgado Número 5 de lo Penal de San Sebastián por su presunta la
relación en el escándalo de la Real Sociedad de Fútbol, S.A.D. con los Papeles
de Panamá así como la ocultación del pasivo de 68 Millones de euros de este
equipo de fútbol y la condonación de una multa fiscal de 6.4 Millones de euros
al Club Txuriurdin de manera absolutamente irregular por el impago del IRPF de
sus jugadores. Esta es la nueva patria por la que Olano se siente tan atraído. ¡Pobres vascos con ellos y en este nuevo marco que, como el Guadiana, asoma en períodos electorales para tranquilizarse con dinero después.
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