Dice un crítico de nada donostiarra que el “Festival, está muy bien
aprovechado”. Debe ser que conoce las cuentas y por ello coincide en
confirmarnos cómo se gasta según ingresos de modo fructífero y logrado. ¡Será así! Otra edición para el desguace y carísima, inasumible ya en el 2018 para estos paupérrimos resultados.
El comienzo no pudo ser más caótico, tacarra y retrasado; era surreal y grosero, casi
insultante con el público que paga estos saraos. Desde dentro, no creo es oportuno
reírse de los peores defectos de este Festival y menos cuando ellos lo
organizan, pastan y gastan casi nueve millones de euros, 5,1 subvencionados por
cuatro instituciones. Bromas aparte de que el jurado y los invitados vienen a comer
y cenar opíparamente, coreado por una mal encarada Rossy de Palma que nos “soltó,
en la gala final, cuanto había engordado por tanta pitanza. Reírse de eso,
maldita la gracia que tiene. Bromear con que los directores premiados desde
hace dos años siguen sentados y comiendo, asiáticos que ganaron el Premio hace
dos años; que a Donostia viene lo que no deseen en Cannes, Berlín o Venezia y
que traen lotes infumables de Toronto; que los filme son peñazos con muchos
planos larguísimos y rodados con cámara inmóvil; que el idioma debe ser el más
tribal e incognoscible películas que para optar al premio del jamón deben de estar
habladas en idiomas incomprensibles, donde las caricaturas de personajes nunca
ríen o sonríen, padecen al unísono que el público agarra una neumonía con el
aire corrupto del Kursaal y se rompe la espalda en sus liliputienses asientos
durante horas porque no puede salir de la fila sin ánimo que quedarse
encajonado. Tienen tanta desvergüenza y desprecio por los críticos y la prensa humilde que dijeron que nuestras mamás nos sacan de
la casa paterna para ir a ver cine en esas timadoras condiciones y todo ello
desde estos manirrotos despilfarradores con el dinero de los trabajadores. Y esto le hace mucha gracia al sinsorgo de Rebordinos y su troupe de enchufados que no los tendrían en ningún festival del mundo como organizadores.
Así comenzó esta cutre reivindicación de humor caca, topicazos con muy
mala baba, en una Edición con caras muy serias sobre todo en miembros, incluido
el Lendakari, del Gobierno Vasco. ¡Con las bromas sin gracia alguna de estos
mamarrachos que se carcajean de los contribuyentes y que se comen y beben
nuestro dinero, señor Urkullu! Y amenazan con más gracejos mezquinos como estos
o peores para el año próximo.
Y ahora nos sale el director con nuevas propuestas. Hace dos años pedía
30 años más para consolidar una idea cojonuda que tuvo: sentar en la mesa de los
manjares a los críticos más afamados del mundo orbe mundial. Así, el Festival,ganaría a la prensa, al mundo del cine y a toda la humanidad. En esta ocasión
ha tenido otra ocurrencia más democrática: Quitar pases de público para que la
prensa, a la que por cierto ha ido echando él, tenga más salas y butaquitas para
ver los magnánimos filmes que trae y que son un peñazo la mayoría. Ayer, los
popes de la prensa; hoy, el humilde gacetillero de la esquina al que insultan diciendo
que su mamá le ha llevado al cine por el Festival. Sería de Gila si no fuera porque
esta cuadrilla de incondicionales maneja casi nueve millones de euros. No sé qué
hacemos en un evento así.
Rebordinos ha ido más lejos aún. Él mismo se cita como director de un
festival “equilibrado”. No es cierto que hubo muchos filmes con nueves, la
mayoría no llegaban a siete. Y que todo fue provocador o gamberro en su inicio
que a él le encantó. No a Urkullu,
pelotín rebordinos, no a Urkullu. Está mal de la vista es indudable o se hace
el cegato. Ignoro dónde ha podido ver a
la mayoría de los de Hollywood entero". Si han venido dos actores: Bradley
Cooper y Danny DeVito. Ryan Golsting, es canadiense, Robert Pattinson
británico, Judi Dench británica y Hirokazu Koreeda japonés. Ha sido tristísima
y escuálida la representación actoral; pocos, casi ninguno y se han ido fulgurantemente.
Menuda risa que me llevé cuando este director de futuro nos dijo que la
nueva chapucera “Concha” del premio estaba aún por terminar, en diseño y
cajita. Y que para dentro de cuatro años ya estará concluida, habrá
evolucionado.
Aunque sí que quiero desmentir una falsedad que ha expuesto Rebordinos.
No es cierto que haya mil acreditados más como periodistas; son mil personas
más que quieren ver películas pero no es prensa; es el mundo de la producción,
distribución, industria y lameculos asiduos al Festival. Más de 2.700, de los
3.500 acreditados, pertenecen a este mundo que disfrutan de hotel de primera,
cenas, entradas para todas las sesiones, fiestas, acreditaciones para galas, coches
muchos de ellos, y es en ellos donde se va el presupuesto. No es prensa monda y
lironda tan mal tratada por este sátrapa de Rebordinos. Claro que no hay para
prensa, salas de proyección, todo es para ellos y son los primeros. Llega a tal
grado el despilfarro de los recursos que, de hecho, quiere anular pases de
público, reducir proyecciones para el público que también está dejando de
acudir, para que entren estos gorrones
que se fuman más del 65% del presupuesto. En ellos se van esas cuentas que no
da Rebordinos.
Y sobre los filmes y complejo elaborar la programación de este año. De las 70 ó 80 películas que son nuevas, la fecha la marca la disponibilidad del equipo. Cuarón sólo podía venir un día.
Y todo este cuento que le echa de complejidad en la elaboración de la programación de este año, nada de victimismo; claro que hay filmes nuevos, como todos los años, traídos en lotes de Todo a Cien desde Toronto. Esto hay que darle un vuelco, estudiar otro modelo, otra financiación y más en estos tiempos de crisis aguda, y estos viciados amiguitos de la organización, a la puta calle.
Menudo despilfarro Iñaki que desverguenza. Un paleto con suerte
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ResponderEliminarQuiero responder a Rebordinos sobre esa Gala de inicio que tanta gracia le hizo. Mi mamá, que me falta hace muchos años, no me lleva o "saca" al Festival.Estoy con mi pasión; con mi dinero y mi publicidad y mi compromiso con la información del cine. ¡Que sea la última vez Rebordinos que unos mamarrachos que no paran de comer jamón, mencionan a mi mamá!
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