EL ABANICO DE LADY MONTENEGRO

Hoy, toca deciros "adiós" hasta después del Festival. Ha sido un período muy gratificante para mí, él dirigirme a vosotros, compartir estas apreciaciones sobre PV con el lector; he disfrutado mucho, resumiendo estos capítulos de PV desde mi forma de sentir y referenciar los mismos. Con gloria y honores, pífanos y trompetas despedimos el capítulo de hoy y este período de mi vida en el que me dio, sacando algo de tiempo, por mecerme cien años por detrás en el tiempo, pero con la perspectiva  y la tecnología de hoy. Esta idea me surgió un día en el que le contaba a una amiga, en un facebook, sobre cómo sería vernos en aquellos aciagos días con ropa de marca actual, con un Espidifen en la maricona, una radio sin emisores  y  con móvil sin satélite para recibir y enviar  llamadas.

 

Luego... es mi vida en el cine la que he trasladado aquí. De un modo u otro siempre he estado relacionado con este arte que, para algunos, no lo es. En el periodismo empecé escribiendo sobre cine y cortes de películas. Después, la radio y lo escrito, me siguieron llevando a ver cine y sólo cine como cuando era un niño y me escapaba de casa para ver cine y sólo cine. Hago, cuando puedo, doblaje, que es la segunda profesión que más me gusta de todas las que hay en la tierra; la primera, por supuestísimo, la mía de titulación. Y si no me he quedado noqueado con el Festival de ver bodrios y asistir a calamidades, volveré con vosotros el día 30 de septiembre. Antes, estaré cada día, desde el Hotel  “María Cristina”, como hoy ya lo hemos hecho, dedicando unos minutos  a los interesantísimos capítulos de PV que se van a emitir. Y con Mario Zorrilla, al que he invitado a que esté con nosotros, nos conozca y pasemos un rato divertidísimo, con el equipo que es de armas tomar pero muy muy divertido.

 

Hoy todo ha sido brillante en PV. Seré breve porque ando ya en medio del Festival que comienza mañana y lo trabajamos esta noche. Las de esta tarde, un montón de historias entrecruzadas cuyo interés ha sido directamente proporcional a los grandes momentos que nos han brindado los actores inemnsos dels erial.

Espectacular, brillante, emotivo, excelentemente interpretado, con muy variados momentos; sublimes, jocosos, intrigantes, malévolos, dramáticos, de chifladura y hasta con preaviso de entierro rápido. Y repito con actores que se han salido de la pantalla y los hemos tenido en el salón merendando, después de haber regateado el jamón y las pasatas, a estos dos tenderos de pacotilla que no hacen sino reflejar la voracidad del comercio, su aire plebeyo y tontorrón  y la avaricia del capitalismo que siempre entra en crisis por su ley de la oferta y la demanda. Me ha encantado Blanca Parés cuando intenta hacer razonar a un autista “Hipólito”, es tan buena actriz que dan ganas de casarse con ella y penar porque lo haya hecho con un genial bipolar al que no le falta aceite en alguno de sus rodajes pero que, en la mayoría de sus arrancadas, se queda patinando como toda figura del karaoke actual. Me alegra contar en este país con actorazos como  Selu y Blanca. Selu es, sin dudarlo además, el mejor actor de Puente Viejo.

En estos meses ha sido tantos personajes: Totó, Jerry Lewis, Peter Ustinov, el profesor “Tornasol”, “Tartarín de Tarascón”, pelotari de Mondragón, mal hijo y sonambulo, boxeador, compositor de himnos, poeta, secretario del ayuntamiento, político, enamorado de la mujer más bella y sencilla de PV, “La mosca”, bailarín, actor de cine mudo, novio de todas, picapedrero, probador de aldabas, cantante, dibujante de comic, periodista, tendero, músico, compositor, entomólogo, fotógrafo del cuero, torero, futbolista, cachondo integral y vampiro que se acuesta en piedra  porque, como dice él. “!Es lo que hay!”. Es cierto además.

Un abanico, unas “piennas” quebradas, una columna vertebral  sin enchufar a la corriente, un toque de distinción con el “Pai Pai” en el hombro bueno, con el que si  conecta sintiendo, y todo resuelto. No se resiste ni el más incisivo y puñetero tirano. Magistral secuencia la de María Bouzas/"Francisca"con un “Fernando”/Carlos Serrano que queda absolutamente advertido, por la “Montenegrísima”, de que le va a simplificar los huesos de la retranca que le va a dar si no deja de torturar a “María”/Loreto Mauleón.

El camarote desbarajustado de los Marx ha sido la “Casona”, esta tarde, con el desfile de ultramarinos ante unos atónitos ojos de “Mariana”/Carlota Baró mi actriz favorita y de “Francisca”. Un humor caótico, sujeto a leyes imprevisibles que dan un sentido capitalista a ese desorden estrambótico del desfile alimentario. Una locura maravillosa y un benemérito caos a introducir en una cocina donde, ya sólo faltaban, dos huevos duros. Era el “Camarote”, una referencia al despropósito que se vivía en aquel filme de los geniales “Marx”. Es que un serial sin risa es como un jardín sin flores. Humor inofensivo y blanco, pero muy elaborado desde una sutileza que muestra lo patético que es estar mal de la cabeza. Gracias Enric, Carlota, Selu y María por esta secuencia envidiable.

 

Despedimos a Jorge Pobes, a Charlotte, a la revelación: Elena Martínez y a Javier Abad. Se están ganando muy a pulso el favor del espectador. Están consiguiendo, estos chicos jóvenes, algo sorprendente y de actores consumados, que sus mejores momentos, sus propuestas y tramas, sus engaños y enamoramientos y su sufrir por amor, están revestidos de unas interpretaciones perturbadoras y muy elegantes al mismo tiempo. La secuencia en la que hemos visto que, “Paula”/Elena Martínez, demuestra que está enamorada de “Isidro”/Javier Abad, bajo la mirada acorazada de “Aníbal”/Jorge Pobes, previniendo que no conviene desvelar los mecanismos secretos de la operación “Cintura”, es para felicitar a Elena y a Jorge. Javier/”Isidro”es un bonachón franco y soñador a manipular fácilmente. Pero llegó el amor y... Arrebatadora orgía de simulación y una embarazada en el corazón de las tinieblas.

Mario Martín ha estado hoy sublime. Es el representante del poder de la Iglesia, y aunque va de misericordioso hombre en sus ratos libres, en los oficiales  hace valer su carné de potestad. Mario Martín/ “Don Anselmo”, experimentadísimo actor incuestionable, suaviza la cárcel sin traicionar su fe conmoviéndose por ese universo de “Olmo”/ Iago García, reconvertido en cordero degollado por sus taras emocionales y de personalidad incurables, de momento, si es que no es un teatro.

 

Y la secuencia de la confesión y el perdón. Me despido de vosotros con un buen sabor de boca. Ya me gustaría contemplar en el Festival de San Sebastián, momentos de este calibre emocional. Se va Alex, es una pena, pero quedamos en mejores brazos, los de Aída de la Cruz/ “Candela” que parece sacada de una filme lleno de ternura de Mervyn LeRoy. Pocas actrices están tan brillantes y emotivas como ella. Es el cine norteamericano de los 40. Conmoción sin que se pierda un ápice del encanto visual. Toda la ilusión rota, daba tantísima pena verle llorar ante las canalladas sufridas por un chantagista y mayor estafador. Es una actriz, Aída, para clásicos cargados de verdad humana y de dolor existencial, de mujeres que quieren a los hombres y que lo darían todo por ellos. Ha sido unos momentos de ensueño, la reconciliación y el beso y el perdón. Que nos ha traído el recuerdo que, las mujeres, también existen y sufren.

Momento arrebatadoramente romántico, de revindicar la auténtica verdad  de una limpia y bellísima historia de amor.

Dedicado a todos vosotros que me habéis seguido en estos meses. Volverémos, filtraré tiempo de donde sea pero os prometo que estaré con vosotros. Se lo debo a los miles de lectores de estos artículos. !Muchísimas gracias!". No dejéis de seguirnos en este blogger, con nuestras voces transmitiendo sobre el capítulo de PV desde el Festival, y en los Facebook nos conoceréis físicamente en nuestro stand del Hotel "María Cristina" desde donde, todos los días, haremos nuestros programas.

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