MARIO ZORRILLA Y "CRUSTÁCEOS"

"Crustáceos" el film de Vicente Pérez Herrero, producido por Mario Zorrilla ha sido seleccionado para representar a España en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam. Días 21,22,23 de Noviembre.
Esta madrugada, después de llegar a casa, vi al completo el film producido por Mario Zorrilla, “Crustáceos”, con guión y dirección de Vicente Pérez Herrero. Aunque debatiremos con Mario Zorrilla por radio el mes próximo sobre este impresionante film documento y testimonio de una época en lo sentimental y social, he querido adelantarme para alabar algo que me ha dejado sin palabras porque es tan melancólico y real, tan urbano y social, tan progresista en el mejor sentido de valores y tan triste, que nada más levantarme me he puesto a escribir un adelanto sobre lo que, en el blogger y en la radio, diseccionaremos el mes próximo con su interprete y productor: Mario Zorrilla. En un "rol" muy diferente a PV.

Es difícil que me llegue tan hondo un film. Vemos cine como consumimos. Pero algo aprendí de Bergman que me ha hecho seguir sin pestañear la película este amanecer, que el rostro  proyecta con total sinceridad todo el soul que llevamos dentro.

Quiero felicitar a Mario porque ha invertido ahorros en esta fantástica apuesta por narrar, en una hora y veinte minutos, la crónica de la desazón de unos tiempos de cambio y sin futuro en España. Digna representación para Ámsterdam el mes próximo. Le deseo lo mejor porque es mi amigo, le aprecio muchísimo y porque el film lo vale y mucho. Y espero que así resulte. Yo creo que va a gustar en Europa este film porque, en el continente, se apoya lo valiente, lo estético, lo avanzado y estas angustias existenciales que bien comprenden, esta ruptura y casi imposibilidad de comunicación, al estilo de Antonioni, tanto en la incomunicabilidad como en la planificación que intima en unos personajes, siguiéndoles allá donde acuden en medio de un caos y un vacío de existencia(de poder en este país).

 Me emociona y me enorgullece que un amigo y que un trabajador de la escena ha invertido de su capital privado para transmitirlo en el arte más honesto que podamos contemplar. Un testimonio de ficción pero de enorme sinceridad para con el espectador, al que le cuenta lo complicado que es llevar a buen puerto, un estado emocional de amor. Narrado en un soñador blanco y negro con contrastes de luz exterior entre  sombras de las emociones de sus personajes.

Qué más adecuado que el galante y elegante violonchelo de Boccherini para acompañar esta languidez, este desgarro, esta incertidumbre de estas de construidas historias que escarban en lo más íntimo e incomprensible del enigmático ser humano, sobre todo en las mujeres descritas en la  incomprensión hacia ellas, en su dolor íntimo y desesperanza y en su cordon umbilical con el sexo y la vida que nace de ellas. Todo ello, entremezclando el olor a vainilla del sexo de la mujer, el sudor del trasiego nocturno en un desenlace siempre decepcionante, entre el olor  a caucho quemado del cual nunca saldrá alguna posibilidad de renacer, todo entre el discurrir de unos tiempos convulsos, secuela de 15-M.  Planos rodados durante dos años en manifestaciones de calle y protestas ante grandísimas injusticias y afrentas a los pobres súbditos españoles por parte de gobiernos y judicaturas corruptas y conchabadas. Es un país sin rumbo, sin derechos generales, donde los más pobres lloran ante unos desahucios inmorales y crueles, los inválidos de manifiestan en su abandono absoluto, al tiempo que la policía y los empleados del juzgado, que no reciben órdenes de actuar y clarificar la alta corrupción, cumplen con estas innobles tareas contra los más indefensos. Todo ello repercute en esos seres que, en hipnóticas historias paralelas maravillosamente filmadas y con exquisito diseño en interpretación,  montaje,  foto en blanco y negro, se entremezclan con esas manifestaciones de clamor de libertad y justicia. Seres muy pocas veces reflejados con tanta hondura y crueldad sincera en el cine español.  Padecen, en el amor la misma descoordinación, ansiedad, ruptura, el mismo desmoronamiento de la sublimación que la revolución  urbana procura.

Llevar a Europa este producto valiente me parece a destacar. Sobre todo por la fuerza de las imágenes  de un tiempo convulso censurado en esos planos, en muchos telediarios. Por la rebeldía bien filmada de una gente que no tiene miedo a perder lo poco que le han dejado y que repercute genocidamente en ella, a dejar por el camino los dos metros cuadrados de una vida tramposa en la que arrastraba unas miserias existenciales, pidiendo a gritos un cambio de sociedad, otro modelo para amar plenamente al otro u otra. Un amor entre distintos géneros y entre los mismos. Todos son respetables aunque el franquismo que se obliga a vivir, siga penalizando el deseo íntimo y amatorio de lo que, a uno, le venga en gana. Se presenta en Noviembre en Amsterdam. Después se estrenará. Esta madrugada, aunque había visto ya unos veinticinco minutos, la he seguido íntegramente. Soy, y se lo dije  a Mario, objetivo y creo que es una pequeña joya dentro de nuestra cinematografía. !Qué pena que no vino a San Sebastián!. Es preciosa y muy real y es también el derrumbe de la clase media y de los valores que sustentaron a este país, basados en el ladrillo, la trampa, la necedad, la tontería y el follar para satisfacerse y nada más. 

Excelentes Mario Zorrilla y Marisol Membrillo, la novia de Echanove en “Cuéntame”. Hay unos momentos tan de asfalto y existenciales, tan evidentes de lo que es el amor  a las 4 de la mañana que no decepcionan sino que piden a gritos unas nuevas relaciones interpersonales. ¡Cómo besa Mario Zorrilla a Marisol!. 

Mario es en su vida personal un ser enormemente sensible y se le aprecia en cada plano de este filme aunque interprete. Por cierto creo que, Carmelo, su hijo, es el niño que aparece en momentos o se le parece al menos. Un niño que es una preciosidad y clamor por una gran esperanza. Sandra Wahlbeck está soberbia. Interpreta con una melancolía, se evade, es casi inaprensible, no da explicaciones  sobre su comportamiento o reacciones, esa su falta de sentimentalismo y hasta casi su pasotismo muy interiorizado en grandeza femenina, su hermoso aire tenebre en el camposanto, ofrece unos planos luminosos y de gran testimonio hacia la nada a la que conduce esta sociedad y denuncia de la sosería y jilipoyez del hombre. Tiene influencias ya citadas de Bergman y Antonioni. De Ettore Scola, en aquel emotivisimo filme de "La familia", en su segunda parte, en esos momentos íntimos frente al balcón, en la estancia del aplacar al alma y del sereno discurrir de ratos monótonos, pero intensos, cuando se mira por una ventana a un melancólico exterior. Así como de Carlos Sorín por esos personajes entrecruzados que deben resolver trasiegos íntimos entre situaciones socialmente agresivas  para alcanzar esa plenitud del hombre nuevo. Aquellas “Historias mínimas” que se presentó en Donosti hace once años en el Festival.  Mana también de un escrupuloso diseño vanguardista en blanco y negro que nos retrotrae a las historias de esperanza, dolor y amor de aquellos arriesgados directores españoles de los 60 que filmaban con censuras la otra cara de la España de Franco.!Suerte! de parte de un amigo Mario

José Ignacio Salazar