viernes, 18 de julio de 2014

BARRICADAS, POETAS Y LESBIANAS



¡EXCELENTE! MARÍA BOUZAS. Una de las más grandes manipulaciones que se han vivido urdidas en el interior de la "Casona". El plan ideado, entre supuestos anarquistas para encontrar creíblemente a "Bosco" con su abuela, el pago en metálico, el chivatazo del parentesco de pobre infeliz y la educación de su nieto e hijo de "Tristán", moldeándolo como si fuera plastilina dócil para hacerse cargo, por herencia y sangre, del patrimonio que le corresponde pero educado a la antigua bizarra, como un amo déspota, como no fue su querido y débil hijo y que, ahora, con el heredero auténtico, intenta recuperar ese esplendor de los caciques "Montenegro" para hacerse respetar inflexiblemente por su debida jerarquía e hidalguía frente al populacho.
Sorprendente "Francisca" que venía tratando como a su sangre al indómito montañés. Con el mismo amor de abuela, con la misma protección hacia un huérfano infortunado que perdió al pobre padre y que fue maltratado en sus primeras décadas de vida. Es "Bosco" su sangre y ella lo sabía y le fue vendido.




¡A LAS BARRICADAS!

ACTRIZ DE LA TARDE: LETICIA ETALA


El anarquismo, el feminismo, el lesbianismo, la poesía y tu mi amor, o sea "Quintina". Un panfleto que mejor no haber entrado en él, si ya llueven chuzos sobre la insulsez del actual PV, con esto ya se va a armar una inmensa porque me da que no es real cómo lo plantean.
A destacar eso sí, en sus miradas lesbianas, a Leticia interpretando a "Luisa", esos momentos de quedarse extasiado frente a otra mujer, cayendo enamorada de ella, sin prejuicios, retirando la vista cuando puede ser detectada, guardando un cierto pudor porque la pobre "Quintina", ser noble y angelical, puede salir corriendo si se le insinúa así de primeras otra mujer, aunque sea libertaria y sepa de rimas métricas. Hasta "Hipólito", que parece lelo, se da cuenta de la inclinación revolucionaria de la poetisa de la revolución sangrienta hacia mujercita de amor.


El personaje de "Luisa" está calcado de Teresa Claramunt con reminiscencias de Lucía Sánchez. Y visto desde hoy, aborrecible, no por valores humanos de sacar a la mujer de su ostracismo, sí por recolectora de mentes sabias e insatisfechas para dar cobertura ideológica a una propaganda social que pretendía una sociedad más justa y más solidaria, de emancipación de mujeres y trabajadoras para superar esta situación de indigencia femenina, porque fueron los cimientos culturales que sirvieron de logística al crimen contra la población civil que practicaron los anarquistas. Mientras pregonaban renovaciones, anarquismo y emancipación, presentaban la cultura como tabla de salvación de las mujeres que, si eran lesbianas y revolucionarias además, casi eran perfectas, todo, fue una cortina para, desde ahí, partir al aniquilamiento de pobres infelices a los que las bombas les exterminaron. Los anarquistas, como la ultra-izquierda de hoy se introdujeron en los aparatos culturales para, desde ese puesto convincente, componer respetabilidad, segregar ideología, captar adeptos y pregonar programas e idearios políticos nada humanos y sí interesados por el poder que ellos negaban.


Llegan a PV momentos de afirmación de la homosexualidad femenina con banderas rojinegras de políticas criminales del anarcosindicalismo como del anarcocomunismo. ¡Mal asunto!. Porque de progresista, ni tuvo ni retuvo nada de esto. Fue un intento de demostrar que la gente se podía amar sentimental y sexualmente con personas del sexo que quisiera sin que fuera perseguida en espacio público, lo cual era justo y avanzado, pero que las anarquistas se lo apropiaron como cuestión política sobre la que el movimiento libertario debió pronunciarse incluso haciendo bandera. Al final casi era una secta, anarquista, feminista y lesbiana y poetas, esperando captar adeptas, de lo contrario no eran puras revolucionarias.
Identidades lésbicas que por supuesto debieron respetarse y hoy de igual modo pero que fueron casi como el signo político sexual, casi irrenunciable, se parapetaron entre la ideología de Proudhon y la del colectivismo, de todas aquellas que se dedicaron con voluntariado político a la confederación contra amos y soberanos. 


Momento excelente de manipulación suprema, de juegos prohibidos y de enfrentamientos con autor intelectual en la sombra. Añade cierta tensión a la trama en la buena interpretación de Paula Cancio, genera confusión, conduce a Conrado y Aurora" hacia su destrucción. Aunque parece que esta trama no lleva a ninguna parte, sí. Afianza la belleza perversa de "Alicia", todo comienza a encajar, cobra sentido y sorprende.



 EL MOMENTO BONITO: ¡EL GRAN TRISTÁN!

JORDI COLL Y MARIO MARTÍN


El recuerdo a "Tristán" de su hijo y del confesor. Complementa el del pasado día de "Emilia" hacia su amiga "Pepa". Gran lirismo y tema con plano muy emotivo. Un gran encuentro de remembranza ingenua, entrañable y transparente, un hermoso poema visual sobre la ausencia de aquellos tiempos que tanto añoramos los seguidores de PV.


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