LA PRISIONERA DEL TERRORISTA

Final del noveno capítulo y espera ansiosa de los restantes posiblemente para después de las vacaciones. No se pudo aunar más la belleza con la interpretación como en esta última noche, en la gran actriz Megan Montaner. Ni podemos obviar el trasfondo de entramado que se ha vivido, en cuanto a corrupción y criminalidad de la casta superior española que ha seguido reproduciéndose desde el franquismo como el huevo de la serpiente.

Erotismo de nivel, dolor y compasión por una bellísima "María" en manos de traficantes, sádicos y villanos árabes y chinos. Con una fotografía, interpretación y ambientación exquisitas y al detalle. Es Megan Montaner, de cuerpo bellísimo, precioso y hermoso que me ha recordado a Corinne Clery.

Mujeres secuestradas por mafiosos que son llevadas a palacios donde se les promete amor, caricias y libertad, un entramado sado-masoquista que tiene que ver con la trata de blancas, en plena España, con el terrorismo internacional y con mansiones donde dicen se vende amor verdadero. Chicas que no pueden dejar de ser fieles  a un sutil  moro o a un sádico chino, execrable criminal y comprador de armas de guerras genocidas. Mujeres apropiadas que son de gangsters y que son ofrecidas.

Momentos delicadamente excitantes y morbosos con una fascinante Megan Montaner, entre el sadismo y la sumisión erótica, un "rol" diferente y uno de los mejores de toda su carrera. Se confirma aquello que dijimos en "Primeran.com" sobre ella como la mejor actriz de televisión de Europa. Con una refinada puesta en escena donde asistimos aun espectáculo de dominación y  sumisión muy atractivo y que nos enamora por la grandeza interpretativa de esta Diva, resignado y sumiso personaje.

El mundo oscuro de los moros mujeriegos que compran mujeres y las sojuzgan para su placer, que las embellecen como objetos para su deleite, sometiéndolas a todas las violaciones, llamadas amor, inimaginable. Dolor y dominación, cálido y sugerente entre el frescor de un palacete con armas incluido.

Me dolió cuando un hijo de su madre me denunció el blogger por un artículo sobre las fotos de Megan en Italia, recordando su época de modelo de ropa interior. Tuve que borrar el artículo y me quedé con las ganas de saber quien fue el delator porque le veo en paños menores en esta serie y no me parece nada mal y nadie arremete contra ello; tuve mala suerte y el chivato se cebó en mí.  Sin embargo nada más lejos de mi mente que verla como una exhibidora de lencería. Porque este Megan Transgresora no deja indiferente a nadie, no es apta para algunos públicos envidiosos y sólo las mentes abiertas y sin prejuicios son capaces de entederle, como ocurría en PV, en su forma, fondo y contenido. ¡Es una pena que me denunciaran anónimos canallas por defender a Megan que tiene muchos fans que la perjudican constantemente por su intolerancia absoluta ante todo lo que no coincida con su pelotilleo a  la actriz. y diosa.

Me gusta también como la visión de este dolor humano ante la sumisión y la tortura del encierro en vida, como no normal y mucho menos justificado por el sexo que se muestra en la pantalla de manera delicada y por el modo incondicional impuesto para sobrevivir en ese putiferio de lujo, como algo benigno y benefactor para la mujer. Sofisticación asimilable en toda su aventura en el palacete y no hace esteticismo con la angustia del rapto y de la obligación a ser penetrada por el moro indeseable ese.

Sublime Megan en una obligada forma de manifestar la sexualidad entre sutiles formas y claves enardecedoras de la sexualidad de un árabe putero que se disfraza de virtuoso y amante exquisito lo cual le refuerza su desviado deseo sexual.

Momentos eróticos que no deben de ser considerados para tarados sexuales y vouyeurs de media noche, impotentes ansiosos de ver a una chica joven y bellísima que acaba convirtiéndose en objetos sexual incondicional voluntariamente y que es vendida a un execrable chino torturador. Por cierto, personaje que me ha recordado a aquel asiático cliente morboso de la cajita misteriosa, del filme de Don Luis Buñuel: "Belle de jour", el actor Iska Khan.

Por lo demás resume en triunfo de una podrida sociedad donde los que buscan la verdad y la justicia son apaleados o vendidos y los subsecretarios y sus corrompidos, triunfan en el neo-franquismo. A destacar Tito Valverde y Eloy Azorín y con cierta mejora Miguel Ángel que da cierto empaque putrefacto a su "rol" de modo convincente.

Y dos buenísimas interpretaciones de una "buscavidas": Verónica Sánchez y de un magistrado muy aceptable: Jordi Rebellón, de algún modo lava la cara al tétrico entramado judicial que tendría mucho que haber hablado sobre el robo de niños. Han sido el sostén de esta primera parte, en su participación en toda la trama institucional de compra-venta de niños y que ha despertado empatía y complicidad con "María" exorcizando las crueldades y delitos de una época.

Termina la primera parte de este relato absorbente y escalofriante para bucear en las pantanosas aguas de un thriller.
Todos los actores, en especial Megan, sin contemplaciones y sin engaños, han manejado con talento múltiples elementos dramáticos, y han sacado lo mejor de ellos mismos entre esa atmósfera envolvente y perturbadora, la que se vive cuando las sombras que persiguen al ser humano sin identidad, que huelen a hospital siniestro y a ladrones de cuerpos.