ACTORES DE LA TARDE: LORETO MAULEÓN, MARIO MARTÍN, MARÍA BOUZAS Y MARTA TOMASA
En el día de la Magdalena, sobre un precioso contra-picado estrellado del cielo de Puente Viejo como telón de la plaza del pueblo, una onírica imagen muy lograda, se ha celebrado una boda donde las angustias y soledades de dos enamorados infinitos han acabado con unas frases emotivamente pronunciadas por Mario Martín/ "Don Anselmo", espléndido, el mejor actor de la tarde. Boda en Puente Viejo, la más verídica y mejor filmada de todas.
En todo momento de esta preciosa secuencia reverbera una dulce melancolía, ya vivida en anteriores bodas, pero en esta adquiere un tono de realidad confrontada con un pasado diferente en los novios, amantes y padres de una niña. Son los conmocionados ecos de una despedida al amargo ayer, dulce momento que borra toda la oscuridad anterior.
Por ello ha sido la boda más creíble y real donde la improvisación pone de manifiesto que, para casarse, siempre hay un momento, que ese paso puede darse tras la consumación y que Dios queda muy lejos porque son los contrayentes los dueños de la ceremonia. Una boda progresista y muy bien filmada, maravilla de televisión. Es una pena que los de cierto Club de Loreto no puedan leer esto porque me expulsaron el pasado día, sin saber por qué, por intolerancia.
Maravilla de momento, suave como la piel de una mujer en la noche de bodas, terco porque los contrayentes lo buscaron con rebeldía desde que se conocieron un día en esa misma plaza y de triunfo absoluto sobre la maldad de una abuela terrorista.
Momento rabiosamenmte lúcido y sentimentalmente luminoso, en todo el grupo coral, mostrando como el paso del tiempo y el ansia por vincularse reescriben una historia y un matrimonio. Dos héroes románticos se vinculan con un rapidísimo amor, mientras lloran emocionados con todos sobre el empedrado de la Plaza, encontrando el glamour bajo una lluvia de estrellas y cascadas de lágrimas entre los mejores amigos que pueda uno encontrar.
Entre miradas libres de prejuicios que nunca tuvieron, su vida ha sido un relato fascinante, encontrando esta tarde en la ceremonia una gran armonía entre su pureza primigenia de enamorados cuando eran muy críos y la madurez que les llega sin haber prostituido su amor jamás.
Es una pena que la fotografía no digital de "Nicolás" no haya supuesto ese aspecto de inmortalidad más allá de la vida que guarda el enigma del daguerrotipo, hubiera sido feliz de transportarme esta tarde a su tiempo y ayudarle con nuestra digital para dejar constancia de estos momentos de lloros y faisán, vals y ambiente campesino, dejando para el correr del tiempo el clima de esta época, cómo hacían aquellos, cómo se reían y casaban, lloraban y bailaban, reflejando sus logros en los tiempos actuales.
Se acaba en la ceremonia, como le dice "María" (una donostiarra bellísima esta tarde Loreto Mauleón) a "Aurora", aquel universo de colores apagados muy desesperanzados, zancadillas, noviazgo mortecino o de cirios eclesiásticos que no encaminaban a amar a "Gonzalo", sino a servir inútilmente a un "Señor" de los cielos. Pulcrísima ceremonia que ha hecho de la alegoría y del romanticismo, sus principales armas. Con una Loreto convincente y un Jordi que no ha estado mal en absoluto.
Un gran homenaje de PV al mundo de la televisión como aprendizaje para la vida y vehículo de entretenimiento. Momentos bellos y emotivos donde faltan los padres que se fueron ("Pepa y Tristán), están allí de algún modo, que nos vuelven a recordar la intensidad emocional que trajinan los recuerdos, esa melancolía de otros tiempos que ahora termina, que salta a chorros cuando la memoria rememora lo sucedido a otras gentes que ya partieron, presentes tácitamente en el acto, hechos que dieron la vida y marcaron la vida sentimental de "María y Gonzalo" y que ya quedan atrás.
Recordaremos este PV con lágrimas en los ojos, la nostalgia de la adolescencia y del duro trabajarse al amor, de todo lo que fue o no pudo ser y de lo que se ha quedado atrás. Cerebralmente muy emocionante y muy bien interpretado el momento, aunque con tendencia al lagrimeo este momento ha resultado francamente entrañable. Cine mismamente y fotografía dentro del cine que demuestra que todo esto de las imágenes en movimiento es magia.
En el final quiero destacar cómo hemos realizado un recorrido a lo largo de una vida, desde las efemérides de los adolescentes fascinados que empiezan a sentir el amor y a comprender su duro significado, hasta la actual hipnótica mirada que en su brillo lloroso, Loreto reflejaba todo lo que añoraba y ahora consigue y consuma. Es el corazón que bombea historias de amor como estas, pasiones imperecederas que lleva el ser humano desde la cosmogonía del tiempo, del maravilloso ser humano que es capaz de matar pero también de vivir el amor, desde la inercia auto-destructiva es capaz de transmitir las historias más extraordinarias que podamos imaginar.
ACTRIZ DE LA TARDE: MARTA TOMASA"
Por su discreción, saber estar y desparpajo en este momento, en"La Casona"
FELICIDADES ÁLEX GADEA
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