Capítulo aburridísimo, cómo que se ha ido de vacaciones PV y mejor que hubieran dejado enlatados programas antiguos que marcaron momentos deliciosos, para repasarlos mientras tomamos un arroz con leche fresquita, porque está de un insustancial absoluto, al pairo y sin enjundia alguna. ¡Que es viernes tarde de estío y te duermes!. El desarrollo de la acción ha perdido brío, lo insinuado es repetitivo, da aspecto de una expeditiva teleserie.
Se salva esta secuencia, sutil y brillante de la taza del café. El aprendizaje en la finura para atender y urbanidad delicada en el comportarse, así como la bestialidad despótica para con los inferiores, las enseñanzas de "Francisca" a quien deberá agradar "Bosco" .
Momento muy sugerente. Porque existen unas miradas de complicidad de mucha hondura, hasta de cierta ensoñación que tocan el corazoncito de ella (será que "Gonzalo" se quiere ir y le sustituirá "Bosco) de "María" hacia "Bosco". Aprendiendo a no derramar café y oportunidades para aprender a cortejar a una mujer, esa con la que sueña y que vio en el río mientras se quedaban los dos en paños menores.
Una miradas en Loreto de encuentro con el otro, muy ambiguas y sospechosas, de aparente nimiedad que encierran un mundo. Una fábula metafórica de búsqueda de un destino propio para cada persona, libre, sin ataduras, que puede darse en el lugar más insopechadamente recóndito que imaginamos, el aprendizaje de la cultura y la adaptación a una cruel realidad donde una mujer le mira con..no sabemos cómo.
Me ha recordado mucho a un filme: "Extraños en el paraíso" de Jim Jarmusch. con un toque mágico en toda la secuencia.
Un momento hipnótico en torno a una taza de café de cómo evoluciona un ser humano, cuando está manipulado, cuando el tiempo pasa y ocurren cosas y la vida se transforma y no es de un modo sino cómo nos la ordenan y mangonean.
Momento simple y minimalista hasta la saciedad, pero bello y crudo y enigmático. Momento efectivo, afectivo y muy compacto, instantes casi de videncia que nos están insinuando lo que viene en un futuro.
La de cosas que se pueden seducir desde una taza de café. Se puede beber suavemente y quemarse también. Puedes sonreír, soñar y acalorarte y sobresaltarte.Y podemos abordar los eternos problemas de los seres humanos que se acaban de conocer. La amistad en estado puro que se deriva hacia quizá un amor, la lealtad que se puede corromper, la furia interior que se desata y la ternura que aflora en la mujer, el desamor y la desgracia de crecer después de tiempo reconociendo lo que no va a ser jamás. Como viven "Bosco y María" en torno a la taza de café.
VIS CÓMICA DE DON CAMILO Y PEPPONE
Sosteniéndole "Don Anselmo" a su antagónico alcalde, momento jubiloso entre un cura de fe sosteniendo a un político pueblerino y corrupto. Momento entrañable y divertido, entre dos hombres cariñosamente enfrentados pero unidos cuando la situación lo requiere y en este caso en el que el alcalde parece huele a azufre, es ocasión.
EL MANIFIESTO DE UN HOMBRE SÓLO
Sencillo Manifiesto de potente factura, tan necesario como cruel, aplaudido por unos judas que son los primeros en denunciarlo como ocurre siempre en España, donde sin tapujos se levanta la escritura revolucionaria en un país fascista. La bandera proletaria, humana, utópica, un maravilloso homenaje cálido al periodismo libre y a todos los héroes anónimos que morirán para satisfacer los negocios de un España en quiebra, a los campesinos y pobres explotados, orgulloso de poder hacerlo un liberal "Raimundo", interpretado por Ramón espléndidamente. ¡De llorar!
Pero el poder no entiende de humanidades y menos en España, sólo de sí mismo y de su supervivencia aunque le pase un tren por encima y el protagonista lo padecerá en sus carnes, preso con grilletes y cadenas. El poder es mafia con distintos códigos, de distintos modos y madres, pero sólo bajo una ética corrupta. Y "Raimundo" son sueños y los sueños, en España o Euskadi, cárcel son para los que no han matado a nadie, sólo han opinado.
ARTÍCULO DE "SIN IDENTIDAD"
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