ACTORES DE LA TARDE:
MARÍA JOSÉ GOYANES, LOLA CASAMAYOR, JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, MARÍA BARRANCO Y MARIONA RIBAS
El rostro de "Fuen" lo dice todo. Son otro "Pelayo" y otra "Fuen" menos más reales y sin artificios.
Enorme capítulo que tiene además de mucha ternura y amor, de un gran valor transgresor, aporta lo que en realidad importa en la vida de dos personas: que se quieren; que todo sobra; que el corazón manda sobre lo correcto, aséptico y la parafernalia de una boda; que sólo resta el presente donde están enamorados pasionalmente y los bellos recuerdos del día en el que se conocieron.
Los dos actores han estado impresionantes: Lola Casamayor y José Antonio Sayagués. Ceremonias que se rompen hemos visto muchas pero, esta, es especialmente hermosa y muy directa en un alegato a los sentimientos que, a cierta edad, pensando ya en esa última etapa de una vida casi ya superada de medias verdades y convenciones, prevalecen en los humanos sobre la razón y lo preceptuado como socialmente correcto y asumido.
La secuencia de la entrada en la casa de la novia y avisó que la mala suerte de ver a la novia, no va con ellos; se han recibido con enorme terneza y galantería; y con la mayor naturalidad y sinceridad han pasado de agobios precocinados en sacristías y han decidido ponerse cómodos, rompiendo el trámite de la boda porque, realmente, les perjudica seriamente la salud. Han pasado a ser unos novios eternos que nunca se van a dejar de querer porque, su amor, es suyo y lo tienen que administrar como deseen sin que medie un cura para nada. Son los ministros de su relación y hacen con ella como mejor le siente a ese amor de crepúsculo que es más reposado, más suspicaz pero muy sentido y compartido y que no debe desmerecer al de cuando uno se enamora por primera vez.
¡Vivan los siempre novios! Me recordaba a esa secuencia entre Maurice Chevalier y Hermione Gingold, en "Gigi", donde se recuerdan desde la belleza del presente aquel día en el que se conocieron (aunque Chevalier se acordaba más bien poco), pero es lo que realmente salva a una pareja: tener siempre presente aquel día en el que un ser diferente apareció en tu vida. Y nunca se olvida a esa mujer u hombre porque el destino, entre momentos confusos, nos puso en el camino a una con el otro. Es muy emocionante.
Ha sido de mucha profundidad. Casi sacados de un poema cantado por Georges Brassens donde la novia cuelga el traje de boda y se va de civil a celebrar su día de la no-boda; que rompieron sus esponsales, el día de la boda porque estaban enamorados. Ellos celebran, con convite incluido, el día en el que se conocieron y se enamoraron aún sin casi saberlo. Y como en los bellas narraciones, todos lo aceptaron, comieron perdices y serán felices. Desde luego no se ven bodas así todos los días.
Ante una novia encorsetada por viejos trajes de boda que desempolvan tantas melancolías y añoran tantas soledades de gentes que ya no están, "Pelayo", ya fondón y sabio, se da cuenta que lo que sucede a su amor es que le sobra todo ello; que el traje y el circo casi la van a asfixiar y que, a ciertas edades hay que ser sincero y pasar de afectaciones y formulismos. Por ello, felices, se reencuentran el su día a día, en su traje vestir de vestir de los domingos y paseando como si tal, sin mayor parafernalia, por su Plaza de los Frutos para recibir a sus invitados. Han encontrado la felicidad en la nobleza y fiabilidad de sus sementinos amatorios, guardados para ellos, y en lo cotidiano.
Han comprendido que se está más feliz de novios, queriéndose, más que traicionarse por unas apariencias artificiales y tener un mal recuerdo de ese día por el trago de una boda que normalmente es una falsedad absoluta y en la que no se reconocen felices. Y que, aunque no lo fuera, una boda, no aporta nada para personas de esa edad que tienen otro modo de entender el protocolo y las relaciones de pareja. Los mayores saben mucho y nadie les tiene que decir lo que es mejor para ellos. Ya se lo dice "Pelayo" a "Leonor" y "María" sobre que, cuando sean mayores, comprobarán que, a cierta edad, hay que seguir los latidos del corazón más que los dictados de la razón.
Me ha encantado por la frescura del guión; por la belleza coral de un grupo animando, casi compartiendo gozosamente al amor libre; por la libertad que exhala toda la resolución de la boda; porque nos dice lo que la vida es en realidad: un deseo de vivirla en libertad pasando de todo; un hálito de supervivencia y que todo debe ser considerado natural y saludable mientras no dañes a los demás. Esta tarde, los dos, "Fuen" y "Pelayo", son libres de ataduras frente a lo que los curas denuncian los domingos en los púlpitos, como renegados de la fe a los que no pasan por la vicaria para certificar su relación. Son dos seres humanos enormes y el fin de la boda ha sido original, humano y de una gran moraleja: que las personas mayores, nuestros abuelos y padres, son maravillosos y capaces de deslumbrarnos con el toque más moderno heavy que podamos imaginar y que lo inventaron ellos en su tiempo.
Me he emocionado al contemplar una visión tan lúcida y hermosa de la tercera edad. Y gran parte del mérito es de sus interpretes. Corazones sagaces y gente bondadosa que busca su sitio en libertad. Los dos mayores esta tarde nos han dicho con palabras lo que muchas veces tratan de decirnos con la mirada y el silencio. Los dos actores han mostrado inigualablemente que esta edad de las sensaciones y decisiones que perduran, las que convergen por su aplastante lógica del corazón, las que te hacen vivir mejor en esos últimos años de tu vida, es el tiempo de la lucidez que llega por ósmosis. ¡Impresionante!
Hoy la "Marquesa" desde el banco de la Plaza y en su ático, ha estado para destriparse uno de reír y tener que llamar a los bomberos para apagar el descuajaringarse. Y en la parte final, con sus curiosas apreciaciones sobre "las clases populares" y las llamadas que dice tiene que hacer a "Alonso" o las que ya las ha realizado. Y Mariona muy señora, elegante, aguantando el chaparrón de la evidente demencia galopante de "Ana María".
Y por si faltaba poco, María Barranco, "Teresa", que nos ha sorprendido con ese papel de disputa y ensartarse en discusión diaria ante el impresentable "Quintero", familiarmente considerado. Sobre "Teresa", y lo que debía de suceder intra muros, suponíamos como sería y no nos ha defraudado, al contrario, tiene un toque amargo, histriónico, casi de chirigota, una humorada, que lo hace muy televisivo y que promete mucho juego. Parece casi de comic.
"Alba" y su amiga "Sophie"... pues parece que de quien realmente está enamorada la jovencita "Novoa" es de la francesa frívola, fantasiosa y pija de Paría. Desde luego, estos días, está asquerosa con todos. No es justo reprochar algo a "Rafa"; los dos se acostaron y los dos son responsables.
helada me dejas leyendote sobre los mayores y la serie. Que profundo todo y que triste. Un muxu Iñaki
ResponderEliminarAlba esta inaguantable y lo demás coincido contigo. Tu escrito es poesía y belleza me ha traido a la memoria a mis abuelos que tanto quería. Eres un ser enorme tu y te mereces lo mejor.Un beso José Ignacio
ResponderEliminarEste escrito tuyo no tiene precio. Es buenísimo y creo supera al guión. Es un placer leerte todos los días. Enhorabuena y un beso de tu sdmiradora
ResponderEliminarJosé Ignacio que retrato tan precioso de la tercera edad y que original ha sido la boda. Parece una novela la tuya. Oye ya me contaron lo que te paso con el Ministerio. Menuda gente hay ahí que en su vida han leído nada y van de listos. Te puedo preguntar cuanto has tardado en escribir este capítulo?Si quieres y no te molesta me respondes. Muchas gracias por estar ahí.
ResponderEliminarGracias por opinar. Te contesto Raquel: una media hora. Y por cierto cuando lo escribía había aquí en Hendaye una tremenda tormenta, de impresionar, ha habido momentos que me daban escalofríos y que luego ha dado paso a un sol tibio y muy agradable de atardecer. Luego suelo corregir el texto sobre la marcha ya colocado. Hoy le he dedicado más cariño por el tema.
ResponderEliminarA mi sabes no me ha terminado de convencer María Barranco igual es que es asi su personaje y tu escrito poesía como dicen por ahí. Buenas noches precioso
ResponderEliminarEres el mejor Iñaki wapo los que te conocemos ya sabemos que eres un prodigio en esto de escribir y locutar. Gustas mucho a todos. A mi se me pone la carne de gallina cuando te leo desde siempre y ya si hablas e dejas con tu voz ko. Boas noites
ResponderEliminarA mi Pelayo me gusta mucho es veterano y ha demostrado bien que es muy bueno. Por cierto parece no pasa la edad por el.
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