PUENTE VIEJO BAJO LAS AGUAS/ LA BESTIA GRUPAL

Dos buenas secuencias en esta tarde, una protagonista que pierde su tono quebradizo último y que de nuevo comienza tomar las riendas de su papel: Ariadna”, y un asombroso parecido de José Burgos, el “director de cine”, con Don Pío Baroja. ¡Increíble!.

Hoy han venido a mi mente momentos épicos y gloriosos del cine: de Fritz Lang y de Arthur Peen. Me lo he pasado bien, francamente muy bien. El discurso del caos, el ruido y la furia y la excelente televisión.

Ladino "Olmo" que está no sólo descubriendose sino cavando su tumba como "Sartana". Tiene una lucidez adrenalínica cada vez máyor. Su trama es ya irrefutablemnte una parodia, forjada en barro, para quedar libre. Un plan urdido hace tiempo y que espera consumar en breve. Un inmoral que encuentra en una acartonada estrategia bondadosa y filántropa, una plataforma para lanzar una generosa ración de credibilidad. Un "Olmo" que inspira serias dudas al bonadoso "Don Anselmo".

Maravilloso Jorge Pobes y tengo que decir que es un chico al que no conocía y me satisface muchísimo en su interpretación que mejora, una actor arriesgado y muy valiente. Incluso a nivel personal me cae muy bien. Estos ojos de rayos X dándose de bruces en su miseria cotidiana y en su machismo exacerbado. Cruel, despiadado que ha hecho de la mentira y de la violencia algo que salta consecuentemente de un lado al otro, que se expande como un modelo de vida. Su personaje lleva un ritmo incesante y es muestra de su talento de actor que no fuerza los registros, que busca en su interior al personaje y que lleva, a su casa de "los lecheros", un clima alucinado y violento, inquietantemente perverso,  fiero y desalmado que tensa, sobresalta e impresiona.

 

Toda la última secuencia que viene precedida de una trama de chismorreos que inculpan de antemano a “Conrado”. Furia e intolerancia en los pueblos profundos y una locura  colectiva. Como Arthur Penn. La angustia que, no tanto en el protagonista, circula por entre algunos en torno al destino de un ser al que pueden linchar; esos momentos de impotencia y desazón, este final duro suavizado en parte por el lenguaje televisivo y el metraje de la secuencia; todo el reparto coral; un desenlace brutal que es interrumpido por “Gonzalo” y “Alfonso”, marcan las pautas de los mejores filmes enmarcados en el sur profundo de Norteamérica. La cacería en una locura generalizada y un odio colectivo al diferente que deviene confusión y venganza al mismo, la bestia grupal violenta y linchadora en este maravilloso final impedido por tres excelentes actores hoy: Fernando Coronado, Javier Abad  y Jordi Coll, conjuntamente con Rubén Serrano en la parte actora, lúcidos ante una chiflada población que sólo desea matar a alguien.  Es Fritz Lang en “Furia”. Arthur Penn en “La jauría humana”. Es un grandioso filme de Norman Jewison”: “En el calor de la noche”.

Interesante serial este. Hay gente que lo tiene por un culebrón bien hecho y sin Megan. Craso error desde mi punto de vista. En instantes hemos contemplado hoy, con una psicología penetrante en todos los momentos que han precedido al final y relacionados con el mismo(con “Aurora”, “Isidro”, “Martín”, “Conrado”), esa intelectual crítica muy bien disfrazada entre pasatiempo e imágenes, sobre el espíritu gregario que se vuelve saña contra quienes son tomados por raros y contra quienes no se alinean con la miserable presencia con el grupo coral, contra los seres marginales e independientes. Me ha gustado mucho toda esta trama anunciada desde días previos. Cómo un serial de una televisión comercial se ha atrevido, alejándose de las maneras realistas, a ir hacia lo simbólico. Y con unos señores y señoritas actores y actrices que han imprimido un clima perfecto para, desenroscando turbulencias sociales y muy dolorosos momentos, acorralar a los inocentes que son condenados sin pruebas y juicio.  Espero que Ariadna nos siga dando buenas tardes desde hoy, en ese su acercamiento y a “Conrado”.

De las grandes de la televisión que quiero en justicia destacar ya que la tienen arrinconada en muchos medios muy subvencionados de comunicación: María Bouzas". Aquí no se esconden arrugas ni rostros palidecidos, hieráticos al borde del derrame cerebral. Unos momentos que demuestran que no sólo es de texto en esta actriz, sino de imagen colapsada y desparramada en piedad humana ante una asesina que ya no es nadie sino una lisiada cerebral que puede ser vejada y torturada por una bolchevique, una increíble Inma Gamarra que alcanza bouquet en ese asordinado cinismo de su mirada hacia la "Paca", mordacidad y retorcido humor negro en su prematura revolución socialista. Pero hay una historia de amor que ha brotado en este su silencio catatónico. Una amor de antaño, con una vuelta al pasado en aquella su aura de inocencia que no le salva de la sordidez en la que se ha transformado con las décadas.

!Preciosa mujer!. Aida enamora en su divagar desvalido y hóndamente sentido. La vida perfectamente contada por "Candela", ensombrecida por las penas y  testigo de una sorprendente existencia que, con facilidad pasmosa, transforma las sonrisas para dar paso  a la lágrima más insoportable.

Yo valoré a Ariadna con alta puntuación en su desembarco en PV. Y reconocí al tercer día el error cometido contra Loreto. No me he equivocado. Además está ganando en síntesis. En la primera secuencia coral, entre toda la familia, y un mal nacido “Fernando” del que se nota que sigue maltratando a su mujer y produciendo la muerte del  hijo que lleva en sus entrañas, Ariadna y Loreto están de quitarse la cazadora y sentarse a ver la secuencia un montón de ves seguidas. Una grandísima secuencia entre cruel y melancólica, de piedad hacia la bella “María” por la perversión que ofrece su esposo y verdugo. Todo lo quebradizo de un malísimo matrimonio, de un error casi irresoluble, ha quedado patente en la dinámica criminal a la que está sometiendo el fardel de “Fernando” a su esposa. Un bulto engorroso de semi hombre, un malo de categoría que anda y sabe matar.

He recibido algún privado acusándome de destrozar a Alejandro Sigüenza. En absoluto. Sólo que he mantenido, y lo corroboro hoy cuando “Mariana”le lanza una directa sobre si vino a PV a engañarla, que no tiene arreglo ni en la ficción con mínima lógica algo que comenzó torcido aunque luego se enamorara de la bella criada de la casa. No hay lección magistral sobre las debilidades humanas y los engaños imperecederos que se arreglen con la libertad creativa de un guión, escribiendo lo que viene en gana porque el papel lo aguanta todo. Tengo profundo respeto por Alejandro y por su trabajo. El resultado es perfecto en la muestra del vector de su personaje “Nicolás”. Pero creo que “Mariana”/ Carlota esta infravalorada como actriz y desmerecida en amores que, además, darían decibelios al serial. Carlota, aunque es una monstruo, que sabe ir  a  saco en cada secuencia absolutamente preparada sin cálculos o tapujos en sus manifestaciones interpretativas, no puede andar entre estas flores y galanes trasnochados que crecen en el mes de mayo y se marchitan para renacer más allá del tiempo. Le imponen un ritmo de desgracias amorosas, comprensibles para con las criadas de entonces, dentro de una reiterada narración que subestima demasiado ya a la actriz; alejándola del amor que conmueve como en los viejos melodramas, imponiéndole una velocidad de imparable catástrofe amorosa que es la responsable de que no crezca como la actriz que mejor sabe amar en ese pueblo. Es que parece que nos meten en una batidora a su personaje y no  nos dejan emocionarnos con un amor de verdad en la gran Carlota. Recordemos aquel precioso film de William Nicholson, "A la luz del fuego", el amor entre la institutriz y el amo, una excelsa Sophie Marceau, entrañable, tierna, preciosa y maravillosa historia.

El "Dire" José Burgos parece Baroja de jóven.

Dedicado al gran Ernesto Aura que falleció hoy hace 5 años.