LOS SUEÑOS LASCIVOS DE UN PERTURBADO

ACTORES:

CARLOS DE AUSTRIA, SANDRA CERVERA, ÁNGEL DE MIGUEL, ALEJANDRO SUGÜENZA, CHARO ZAPARDIEL, MARÍA BOUZAS, YARA PUEBLA, GIULIA CHARM E  IVÁN MONTES.

El viernes el serial aderezó su rumbo en dos secuencias, la del magistral delirio onírico a través del sueño lascivo de un perturbado "Garrigues"; así como la de "Hernando", en su casa, frente a "Nicolás" y en ese desayuno con "Onésimo", que recupera la esencia de su personaje primigenio y daba credibilidad y continuidad a "Los Manantiales". "Hernando" y "Camila", entre el fuego cruzado de los "Castañeda", era una invención chapucera que desnaturaliza una buena trama. Hay que andar con mil ojos porque, con estas paridas con las que intrigan los guionistas, un día nos encontramos a "Los Manatiales" organizando un concurso de faralaes promovido por el alucinante "Onésimo".

   
Si un día antes nos parecía algo excéntrica y sobreactuada toda la secuencia de las torturas a "Francisca", hoy, ha supuesto una sorpresa grata esa asombrosa ensoñación viciosa en el "Intendente", dentro de una muy cuidada secuencia magistralmente dirigida donde Carlos de Austria da lo mejor de sí mismo. Ello, unido a la elegancia, sutilidad de un "Hernando" que deja por detrás su espíritu huraño y viscoso, incluso recuperando el humor con esa sonrisa que tanto place en Ángel de Miguel, ha sido lo mejor y bueno de la tarde. Volvemos a ese ESDPV que, en esta temporada, crea en dos tramas (la de la "Casona" y "Manantiales") un clima persuasivo y un aire tétrico y gelatinoso que nos traen tantas y tantas referencias fílmicas. Y seguimos esperando a "Elías".

Y no podemos sino valorar positivamente el nuevo registro de Alejandro Sigüenza enfrentado contra todos, amargado y huraño, despechado y que lo borda. Ni aquel anodino chico de las flores en el callejón, ni el insulso marido de "Mariana" me convencieron mucho. En las distancias cortas y en lo dramático e introspectivo, encontramos en "Nicolás" un sentido de fatalidad en la existencia muy bien llevado. ¡Por fin!  Algún guionista ha sabido dar un papel acorde con las cualidades de este actor, rol de refractario, solitario y despechadamente acomodado en una equivocada soledad. No tiene Alejandro que incomodarse con nadie porque no nos gustara su anterior papel; lo más aplaudido en la actualidad de ese país, al margen de pasar la mano por la chepa, es arremeter contra el periodista cuando no nos gusta lo que dice de los demás. La culpa era de ese guión que ninguneaba las cualidades de Alejandro, no mía. A Alejandro y a Carlota se los cargaron los guionistas. Pero he aquí que hoy muestra mucho de lo que puede hacer y que no pudo demostrar en la anterior etapa. ¡Cómo me gustaría regresara una Carlota rediviva con otro guión a su altura!

Una secuencia glamurosa y muy sensual con ribetes sadomasoquistas, precedida de unas imágenes adelantadas que presuponían un síndrome de confusión en el espectador, ya que todo era fruto de los exabruptos de una fantasía onírica en "Garrigues", y con una espléndida Sandra Cervera que explora con éxito en el lado oscuro de una mujer que se entrega morbosamente con perversidad masoquista a un hombre perturbado.

Moderada dosis de sadismo y mucho de sumisión erótica hacia un hombre, está rodada con alta dosis de refinada puesta en escena, agresiva, visual y estéticamente. Todo un momento grande de dominación/sumisión donde destacan la bellísima y sensual Sandra Cervera, resignada y obediente, y un trastornado putero practicante, que interpreta a la perfección Carlos de Austria.

Momento transgresor y el lado oscuro de un beso sucio que no nos dejó indiferentes, de aproximación a una práctica sexual que sólo resulta placentera en el sueño turbado de un maníaco. El sado-masoquismo, algo que ya se intentó cuando a "Inés" la disciplinaba con cierto lesbianismo "Francisca" y la chantajeaba con regusto sádico. Pero el guión se apartó inmediatamente de ese camino. Hoy se ha mostrado una secuencia que intentaba destapar, consiguiéndolo, de modo más completo secuencial y entendible, estas tendencias enfermizas con sus sutiles formas y claves profundas reforzadoras del deseo sexual.

Hoy me ha dado un  aliciente comprobar que se sigue respetando la trama de "Los Manantiales" y a sus personajes. Que ya comenzaba a dudar. Estaremos atentos. Hemos vuelto al "Hernando" que seduce ahora por esa superación de aquel espíritu huraño y lastrado con el que debutó en la serie. Un actor que en los tiempos pasados o actuales, siempre, deja su impronta elegante; acertando en ese lado torturado de un  ayer y de unas heridas que va dejando de lado; siempre impregnado de elegancia; amarrado de emociones e interpretando con una sobriedad de dandy absoluta que sabe inundarnos por dentro. Su personaje es fascinante menos cuando lo mundanean con los "Castañeda" y siempre me ha encantado cómo en ocasiones, desde una cierta gelidez, Ángel, sin sensiblería o cursilería, contagia muchos sentimientos que los expresa casi sin decir nada. Se nota que, en la vida real, es una persona educada y respetuosa.

AQUELLA FRONTERA DE LA GUERRA.

Dedicado a aquellos pobres que  el día 2 de septiembre de 1936, hace 80 años,  atravesaron este puente centenario camino de la libertad en Francia, hacia Hendaye, huyendo de la quema de Irún y de las bombas y balas fascistas de los Nacionales que entraban en la ciudad fronteriza. Un acto que transmitimos el pasado viernes, en la linea fronteriza entre dos países, emocionante, se nos quebraba la voz, donde gentes, colectivos y autoridades de mi pueblo Hendaye y de Irún, recordamos aquellos aciagos días de la guerra española, rindiendo homenaje a su memoria. Mi abuela y su hermana, en brazos con mi padre y tío, también atravesaron este puente por aquellos tristes días. Los dos lados de frontera hermanados a favor de aquellos valientes que lo perdieron todo. Muchos no volvieron jamás a España y contemplaron hasta su muerte, su país roto, desde las orillas de Hendaye. Hoy, sus nietos y biznietos viven aquí y no les olvidan.