PUENTE VIEJO ESCABROSO Y JABÓN LAGARTO

Me duele pero es la verdad. En este mes, a raíz de artículos que programé, he podido comprobar la reacción  de hartazgo del televidente italiano ante tanta muerte y escabrosidad que tiene la serie desde hace ya más de un año. Los italianos no sienten la misma pasión que antaño. Yo lo vengo escribiendo desde aquellos días esperpénticos ya de la muerte fingida de "Bosco", precedida por la de "Amalia" e "Inés. Ellos se encuentran ahora en los días previos al velorio de aquella família y se manifiestan cada capítulo más distanciados por una serie que ha dejado aquellos presupuestos de amores convulsos, románticos, rellenos de furia y fatalidad para, pasar directamente a la muerte en directo sembrando las tardes de duelo, sólo para resolver idas y venidas de actores que son lo mejor que tiene la serie. ¡Cómo falle el público italiano lo llevan claro! No comprenden a qué viene tanta maldad que sustituye  a la falta de imaginación de los guionistas. Y menos mal que la realización y dirección son muy buenas y los actores, como esta tarde en "La Casona" lo bordan aunque tiendan a exagerar.

En estas vacaciones una persona fan de ESDPV, que llevaba al menos una página de un actor, me dijo que ya, como cerdo, me ha llegado mi San Martín. Que me pegué a la serie para darme a conocer, que soy un inútil y que me he creído por encima de todos y que van a acabar conmigo. Así como suena. Pues mire usted, en Italia ya se encuentran muy mosqueados porque el guión y tanto énfasis necrológico ya no gusta por ese aroma abrupto y retorcido llevado hasta la hipérbole.

Las secuencias que estamos viendo de lo que ocurre dentro de la "Casona"  son de una crueldad y sadomasoquismo que caen ya en lo excremental, obsceno y malsano. Torturas; alimentos nauseabundos que se los dan guisados a "Francisca" que se los tiene que comer en el suelo; toallas humedecidas arrollando jabón lagarto para que el latigazo sea más doloroso y no deje marcas; el suplicio del sueño y de palizas ininterrumpidas; secuencias intrincadas e inadecuadas a esta hora y que no me dan regocijo aunque pueda pensarse se merezca la "Doña" ese trato. Unido a secuencias viciosas de corrupción sexual con "Emília"; un aniquilamiento demoníaco que cae en la hipérbole y donde sólo se salvan los actores que hacen lo que pueden con ese tortuoso guión que está abandonando a "Los Manantiales" (que es lo mejor de la serie), un lugar esplendoroso y tétrico, casi surreal, que ahora ya lo han convertido en una casa tabernaria donde los inefables "Castañeda" por poco acaban a tortazo limpio. Nada más inadecuado y corruptor de la buena marcha de la mansión. Por cierto, se nota la falta de Elías" que ponía los pies en garra dentro del intrincado círculo de extraños sucesos y personajes torturados en "Los Manantiales. Ya lo dije un  día que cómo cometieran el dislate de meter en la casa de "Hernando" a los alcahuetes de los "Castañeda", la jeringamos. Y desde luego lo de "Mariana", no se si aparecerá o no, pero me huele, con una increíbles secuencias de desaparición en el éter, que quieren darle funerales a la partida de Carlota Baró. La despedida a Carlota Baró fue rotunda, parecía como si ya no volviera más.

Lo que más me gusta de los despropósitos malsanos de "La Casona" es Charo Zapardiel con su punto comedido de lucidez pérfida y maligna, los otros dos actores están muy forzados y sobreactúan; así como me atrae esa muestra buñueleriana hacia la insinuación de la percersión sin más explicitad; y la tensa situación que se va generando en ese limitado espacio de una habitación que huele a "Francisca" sudada y meada; y valoro a la dirección que sabe sacar mucho provecho a ese reducido entorno donde ocurren los suplicios y llegan las agonías. Una estancia que se ha transformado ahora en el epicentro de maldad de ESDPV. Pero termina aburriendo día a día, flojea y desinteresa conforme pasan los capítulos, pero sí que es de destacar las interpretaciones y dirección para intentar mantener la atención de un descabellado guión mórbido y patológico.

Lo he comentado muchas veces: los guionistas no saben ya que inventar para el pueblo; pero en "Los Manantiales" se nos deslumbraba cada tarde y hay que exigirles un guión digno para esa residencia y que no nos trasladen lo repetitivo y casposo de un viciado ESDPV que ya está agónico. Al propio "Matías" ya lo han liado con la delincuencia anterior y dejan a "Beatriz desangelada en la interpretación (están fastidiando la bella relación entre "Matías" y "Beatriz"); los "Castañeda", con su presencia en Los Manantiales", dan bochorno y vergüenza ajena; el cura cuando asoma, el mínimo esfuerzo, siempre con esa cara de sufridor que arrastra compasivamente  los pecados de la troupe de Puente Viejo, registro repetido hasta la saciedad; y ahora un "Nicolás" que parece le ha dado un aire  bobo buscando a "Mariana" que dice le ha puesto los cuernos. ¡Un  poco de seriedad! Que esta serie era muy buena.