miércoles, 15 de enero de 2014

LA SONORA Y GRAN BOFETADA POR AMOR

Me ha recordado aquel momento del inolvidable y precioso filme de John Ford: "La taberna del Irlandés", donde Elizabeth Allen  le arrea una bofetada inmensa a John Wayne. Él se queda mirándola con satisfacción porque sabe que está enamorada. A la de "El hombre tranquilo", también de Ford, de Maureen O´Hara a John Wayne igualmente.
Inmenso capitulazo donde destaco, al margen de esta última secuencia, la primera de las mismas, la del odio de una monja que viene a aplacarse; a la rata de "Fernando" clavandose los dientes porque no tiene otra cosa para morder ante la resurrección de "Gonzalo"; la secuencia de "Rita;  el sublime rostro de "Quintina" cuando escucha a "Rita" sobre la posible muerte de "Anibal"; el momento de las "Castañas" que ha sido precioso y esos dos hombres que emprenden un camino con un precioso Jorge Pobes , casi inocencia recuperada y bondad impregnada que comentamos.
Es que los mejores resultados de esta impecable actriz son con su amor "Conrado", las secuencias frente a su amor despechado. Son inmensas. Es química molecular pura. Barren todo y a todos.Dos minutos de ellos salvan el capítulo y te dejan el corazón en un puño, pasas a ser el hombre que dejaste en el camino y la mujer que ya no se acordará de ti. Emociones puras, recuerdos explosivos, amores que fueron grandes y que nunca olvidaste. Son Ariadna y Rubén los números uno de la pasión televisiva actual. Resultado granítico, emocionante y fluido, prosaico, mezcla de lo rudo y de lo enormemente poético.
Cine del francés Claude Pinoteau, escena típica del cine francés de los 70, y del norteamericano de varias décadas. Una bofetada sin guante de boxeo. Es que fascinan estos dos y su bofetada de hoy. Seguro que estas secuencias entre ellos dos y las de Megan y Alex, contarán con embrujo dentro de cuarenta años, como el "Teatro de siempre", la voces de José Hernández Franch en el No-Do y de Víctor Orallo en "El ladrón de bicicletas", como la televisión de "Miramar" en Barcelona o la peli "Los diez mandamientos".
Han nacido estos dos actores para quedarse en nuestros sueños. Llenos de inspiración, desgracia y magia, donde su bofetada es rebeldía y la mirada de él es que comprende todo lo que le quiere "Aurora". Los dos se aman y por ello están separados. Los enamorados más sinceros están lejos aunque se tocan, se ensañan y se encelan porque los dos son uno mismo y les asusta hasta donde puede llegar su amor irrefrenable. Esta belleza de ellos dos, en su encono por amarse demasiado, te deja sobrecogido. Es la fuerza con la que cuenta su pasión y la vulnerabilidad de la misma. Se llama bofetada, es el dolor incomprensible por el hombre y la mujer que ya te ha cruzado la cara antes de soltarle un bofetón que es la suma expresión del mejor amor del mundo. !Ojalá!. Nos dieran muchos así. Es que la cosa funciona, como dice Woody Allen.
!Otros tiempos!
Mano abierta, trayectoria algo inclinada, la fuerza de la mar brava en la palma de la mano, una bofetada que es la "leche" hacia un turbio hombre recreando todo en una historia de amor nebulosa y turbulenta, de modo genial y expresivamente impactante. El amor en realidad es todo: Miedo, soledad. violencia, ternura, amistad, celos, violencia y decir que no muchas veces para reencontrarse después en unas condiciones de "puta madre".
Otro tipo de amor, más místico y coartado por una sociedad cerril e injusta para con las mujeres y la felicidad de los demás. El de "María y Gonzalo". Irrefrenable también, con la fuerza de los caballeros del apocalipsis que se lo llevan todo por delante. 
Historias de amor y odio, de imprevistos reencuentros, en el convento o en el dispensario. Dios creó no a la Iglesia sino al amor. Historias de resentimientos cercanos al odio, de "Fernando a María", de "Aurora a Conrado". Momentos de perplejidad, de sacrificio, tiempos sentimentales de un pasado que llevan a cuestas todos los secretistas de "Puente Viejo".
Ritmo perfecto en la secuencia final, con sorpresa incluida. Con gran emoción desprendida, con tensión que se ha palpado en varios momentos del capítulo de hoy. Y con un "Lesmes" poseído por una siniestra adicción al bisturí como encumbramiento de la mayor creación humana y mirando sospechosamente, como un vulgar "voyeur" a los hermanos abrazarse. Para mí, este individuo vestido de muerte, es un tarado y un pajillero.
El amor y la pasión ya existían antes que nosotros, hace 100 años por detrás en PV, mucho antes aún, siempre. Manifestados de diferente modo y forma y seguirán existiendo mientras salga el sol porque existen personas como "Pepa y Tristán", "Aurora y Conrado" en la tierra.
Este deshecho de hombre a medio cocer no se ha mordido esta tarde hasta los intestinos porque no se llegaba.Un momento interpretado excelentemente por este gran actor y muy simpático en la vida real y que tiene mucha gracia, dantesco en la pantalla, dentesco y brutal. Hasta donde puede llegar un pelele con un ser (mujer) no protegido por las leyes, a quien ha violado; un psicópata cojeras, maltratado por una suegra infame que le da de comer y lo usa para quitarle el hijo de una mujer que no le ama: Hasta donde se conjuga la sed de venganza, la execrable profanación del cuerpo de una inocente, la locura más enfermiza de unos celos que le dan en unos testículos que no funcionan para con el amor grande y profundo, que posee una capacidad para sacarte las tripas cada tarde por lo miserable que es, que te procura una ira que te lleva a odiarle, pero que nos hace ponernos en el padecer de su víctima y solidarizándonos con ella.
 Sus miradas dan miedo más que repelús, como si te observara un psicópata o un pervertido. En cada momento de esta tarde, "Fernando",  hubiera cortado a pedacitos a los amantes después de descuartizarlos, con hachas y sierras.
Señora, ama y pagadora, Mariá Bouzas es de lo mejorcito de la tele actual. Siempre está soberbia, un lujazo que esta tarde ha trazado una afinado retrato de la servidumbre por el dinero y del sometimiento a quien lo distribuye entre los menesterosos. Desvela sin inmutarse y entre mil casi imperceptibles registros al paso del celuloide, la sumisión y el masoquismo de los que necesitan de los favores y se encuentran arrodillados a los pies del poder que traza el día a día sobre la vida y casucha de unos miserables, con un tiralíneas que no titubea.
Mario Martín es casi ya como de mi familia, por el feeling que existe y la complicidad entre los dos. Que no se me enfade. Se parece  a mi abogado. Monumental comienzo. Un cuento de terror sobre la real represión en la vida y la historia de una monja y  Madre Superiora. Lo de Dios es un cuento y un escapismo. Los muros de los conventos no están hechos para evadir pesares, confrontándolos entre cilicios, novenas a  la Virgen y entre cantos celestiales de antes de las Cruzadas, con "vita dulcedo et spes nostra salve"  y "Salve Reginas".
Hasta Peggy Wood, la "Madre Abadesa" de Sonrisas y lágrimas" en la gran voz de doña Carmen Robles, ya lo decía: Lo de no usar el convento para escaparse del amor por el hombre de tu vida.
Un cuento de terror con una damita enamorada, que odia hasta las flores y que detesta de la vida porque le arrancaron el gran amor de su vida. "Antonio". El secreto de la Rectora. El patito feo que lleva entre sus hábitos haraposos que ocultan  tanta belleza por el amargo recuerdo por aquel amor carnal de mujer. Que comprende que, el convento, es una otra cárcel en la que encerró sobrecogedoramente con cilicio y muerte, una ausencia de alguien que un día no volvió a ver por jamás.
Inmisericorde descripción, por dos talentoso e impresionantes actores (Mario y Mari Carmen), de un microcosmos demoníaco en la casa del odio y de la perversión por desamor. Un paseo por la verdad del ayer, por el amor y la muerte en vida.
!Qué bonita secuencia!. tan sencilla, tan tierna, tan bien interpretada por Carlota, Alejandra y por Boré. !Las castañas!. Era nuestra infancia y el descubrir de los sabores y desvelar sensaciones al tiempo que mascábamos este delicioso fruto seco del otoño, de antes y de las navidades. Pocas calorías y un buen aporte energético y exquisitez en tan nutricional fruto del castaño.Uno de los grandes platos, asadas y en buena compañía.
Recordaba cuando era adolescente y vivía con mis tíos en la Plaza de Gipuzkoa de San Sebastián, el despertar con el carillón del Palacio Foral y la música de Navidad en la Plaza y a la castañera cercana al portal 14, donde yo vivía, Maritxu,  y que tanto me quería . !Que recuerdos!. Por cierto, pasado el tiempo, una tarde le entrevisté para otra emisora en la que trabajaba. Así como a aquel castañero de Ferraz con Marqués de Urquijo, cerca de donde yo vivía en Madrid que nos alimentaba a los futuros periodistas y nos contaba sobre lo difícil que estaba por aquel entonces encontrar buena castaña. !Toma castañas!. Mariano se llamaba. Por cierto, ya muy mayor, vivía por allí el actor José María Cafarell, que también compraba castañas y aparcaba muy mal el coche. !Grande José María!.
Sentimientos teñidos de nostalgia en esta secuencia muy simple pero una de las principales de la tarde, por humilde y muy bien realizada e interpretada. ¿Cómo buscar en el mundo un lugar feliz?. En esa "Casona" siniestra, convertida en una reunión entre amigos, nuestros de los espectadores también, paladeando la cocina  para un  gourmet de paladar exquisito y gusto delicado, de unas gustosísimas castañas asadas, guapísimas en el plato, por la manos refinadas de la mejor actriz de PV: "Mariana"/Carlota Baró.
 Dedicado a ellos tres: Boré, Carlota y Alejandra por esta secuencia.





2 comentarios:

  1. Quiero denunciar al Club Ariadna Gaya "Aurora Castro Balmes" por expulsarme, sin motivo, borrarme todo lo que le he colocado en el muro, todo mi trabajo echo con cariño y no poder ni escribir, comentar y compartir.!Vaya imagen que dan ustedes de Ariadna!.

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  2. Eres el mejor Jose Ignacio que emocion y lo que me haces sentir leyendote, si me lo dijerasa asi con tu voz y en directo de tu a tu es que me da algo. Paso de esos pijos del cine me quedo con un hombre como tu que eres como Conrado aunque ya se que no te pareces a el, epro respiras lo mismo. Eres un tiazo que cuenta esto del amor como nadie. Yo no me pierdo estas lecturas ningun dia. Me vuelves loca no se que pones a tus escritos pero te dejan flaseada. Se ve que te ha pasado ati mucho de esto porqu eesto no se inventa. Lo de las castañas me ha gustado mucho. Yo las comia en Avila de niña. Es que eres sensibilidad pura. Un fuerte beso que pases buen dia

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