lunes, 3 de marzo de 2014

DESNUDANDO A HIPÓLITO POR CARNAVAL

¡Esto es espectáculo!. Trama emocional con: música, canción, diálogo, baile y muchísimo color y alegría.
Excelente baile final, casi de "Melodías de Broadway", luces de candilejas cantando todos al unísono el himno de PV y el descubrimiento de las cualidades que para el espectáculo tiene Blanca Parés con un juego gesticulante de cara precioso y lo dotada para poner el pie justo donde debe Ana María Sandoval, brillantez visual, mezclando la ironía, la hipocresía, el descoque, intercalando la alegría con algo de tristeza y melancolía. Tiene mucho de Federico Fellini como caricatura de una carnaval donde se fuerza  a los demás a  divertirse. Ha sido la mejor secuencia de la tarde y la confirmación del acierto en el casting con Ana María Sandoval. En pleno esplendor de belleza a pesar de sus encorsetadas ropas pudibundas. Ritmo y color a lo Minelli, Stanley Donen y Gene Kelly. Por un momento parecía un plató de la Metro y las  vivificantes comedias de "Hollywood".

UN HOMENAJE A LA COMEDIA MUSICAL

Una verbena charlotada con una increíble cómica de la escena Blanca Parés; ágil en sus movimientos y en su retruécano visual para empalmar las solfas del himno en plan charanga pero con mucho entusiasmo. Me ha encantado. Una persona de lenguaje vivo, activo y de gran y dicharachera alegría. Etérea y divertidísima, casi un poco gamberra y muy bonita siempre Blanca. Y una Ana María, pedazo de señora en verbena carnavalera. Un símbolo, un evidente objeto de deseo, una treta, una figura de humo que se entrega a todos los disfraces y  a todas las poses más provocativamente lascivas para la época. !Maravillosas Blanca y Ana María!.

Estábamos necesitados de algo sensual y provocativo cuya piel transpirara un sexo blanco, inocentón pero de armas guardar. Un baile vivo como pocos y unos actores que parecía habían surgido de la nada por magia y hechizo que atrapa al "jetón" de "Amadeo", un  Jona que vuelve, que ya idea algo cósmico para, seguramente, sacar dinero. Secuencia del baile que finaliza con la visita del "alcalde" a "Leissman", homenaje delicioso y magistral al cine negro que tocaremos mañana, un final macabro donde caben todas las perversiones inimaginables. Un abuso de poder convertido en sentencia de muerte de "Leissman" hacia "Conrado".




Realidad real distorsionada sobre acosos de probas  señoras a bien casados, altamente ofensiva para algunos espectadores que dan pie a unas divertidas y disparatadas situaciones que me recuerdan mucho a aquellos filmes de Billy Wilder y de Dino Risi, enfatizando a la vez que relativizando la idea de las relaciones sexuales y del adulterio. Dicho en broma, maravillosamente interpretado por Selu y Ana María. hay dos clases de gentes que acaban siendo una y confundidas: las que se acogen a los valores ortodoxos de cualquier religión y las que optan por el lado de la amoralidad más absoluta.

Una secuencia que hiperboliza la realidad nuestra de cada día, cargándola de sarcasmo y acidez sobre la insatisfacción de los maridos y su posible caída ante la insistencia; sobre el sarcasmo de cómo el nihilismo unido al putiferio, como en cualquier filme de Pietro Germi, vence la partida al tradicionalismo más pudibundo, a pesar del pecado censurado por doquier y el infierno que atemoriza en discursos.
La historia de una maestra en fregados y muy a mano cambiada, de una loca cuyo romanticismo es la amargura de sus pasiones inhibidas y el lastre de sus sueños rotos, incombustible en insistencia 
y con muy mala leche si la rechazas. "Nicanora", una enferma, una obsesa, una carnívora desesperada, un desastre sexual que no duda en mojarla agarrando el uniforme recio o si fuera menester el pene erecto de un pobre más inocente que "Marcelino pan y vino". Un descojono absoluto. Delirante chalada, enferma por el sexo que oculta tras el confesionario de la iglesia, muy mal disimulada ya toda ella, reflejo el personaje de un desorden vital, emocional, de un cacao sentimental que anda por los bailes marcando el foxtrot entre "salida" y majareta.
Me maravilla esta actriz. ¿Dónde se encontraba?. Le he visto hacer pase de modelos, elegantísima y es que, a pesar de los nublados que "Nicanora" lleva en la pajarera, es un figurón sexi y no me extraña que, todos, la deseen porque es una enredadora, capaz de dar morbo al retorcerlo todo y hacer sufrir al macho masoca que existe en cada uno de nosotros. Sus armas son su belleza oculta, su cinismo, su provocación al macho  cabrío , el sarcasmo y el orgasmo. !Genial".
Un notable y evidente estado eufórico que bajo la piel se transmite en "Nicanora", sobre los deseos de relación pasional y sexual que excitan en ella al escuchar a la pobre "Quintina", cabreada pero inocentona porque le está dando las claves de relaciones placenteras y rotundas con el machote de su marido que parece poca cosa y feo pero es trinitrotolueno en la cama, parece, con sus genitales bien puestos que barrenan, estremecedor "Hipólito" de orgasmos largos y horribles. Un "figura" morrocotudo de pito creciente y trancas de cojones. !Vamos!. Carne de hambrientas.
¡Menudo quilombo entre castañas pilongas! El que se imagina y sueña "Nicanora" "Reina mora" ante el entusiasmo que muestra "Quintina" por la hombría de su hombre que es muy hombre: "Hipólito". Sin darse cuenta "Quintina!, le está entregando el marido a sus fauces y garras descuartizadoras de la profesora titulada. !Pobre!. Retráctilmente soñado, muy muy fuerte, poesía del pene, cornucopia, coprofantasías y "Nicanora" se pone  a tono con el carnaval. 
Aquí no hay bellísimas y oníricas  historias de amor, sino descoque y descaro y una mujer salida del confesionario para pecar directamente entre sudores y perversiones cuantas más...mejor.
Menuda ensalada con gruesa zanahoria incluida y un aceite de sexo y un mucho de aquella picaresca inmortal y repleta de onirismo y sensualidad libre y amor a la vida de la Italia del siglo XIV de Giovanni Boccacccio.


Historia inocente pero cruel, divertida en su indecencia y por las interpretaciones de una maravillosos actores y actrices, agradable por su ingenua astucia, con la belleza de Ana María que alegra la tarde, genialmente vulgar por romper el espejo de lo religioso en favor del placer terrenal y por promocionar la cornamenta.
Tras el sexo de esta alegre en horas intempestivas, "Nicanora",  tal vez se encuentre, en ella, en "Quintina" inocente como una paloma, en un asustado "Hipólito", la esencia de lo que somos, carne, sangre, alma, agua, sexo y muerte.
PV ha ido a contracorriente y ha intelectualizado algo que puede parecer un enredo simple y divertido: la lascivia como propuesta jocosa, audaz y cachonda. Una exteriorización en clave de humor muy sano, alegre y desenfadado, sobre los más altos instintos terrenales del ser humano, prohibidos por la religión a la especie humana. ¡¡¡A gozar, a tocar, a vivir sexo, que el mundo se acaba cuando menos lo esperas!!!.

Don interpretaciones de Carlota Baró, la mejor actriz de la serie para mí, a destacar en el capítulo en dos secuencias exquisitas. El motín que ya se cierne sobre esta malvada "Francisca" ante su perversos deseos para con una niña recién nacida. No quiso nunca a "Pepa" y la tiene ahora multiplicada benditamente por su alrededor, multiplicada y felizmente llegada al mundo y para más INRI vecinos. 
Muestra "Mariana" desde cierta cada vez menor sumisión y ya abiertamente sobre las perversidades que anidan el putrefacto corazón de esta vieja odiada por todos. Que sobrepasa todos los límites; los ojos de Carlota exteriorizaban un juicio hasta que punto es repugnante su odio hacia un ser inocente.Me ha gustado esa denuncia que yo he creído ver en la sirvienta sobre que el pasado no se reinventa y que se recuerda constantemente en ese panteón familiar que es "La Casona", con todas sus sombras a las que jamás llega la luz, ver a Carlota interpretándolo es delicioso.
Secuencia inicial, mujeres mimando a una nueva mamá. Exquisito momento.

Un universo visual de amor y de protección, configurando benditos caracteres de mujeres y esposo para salvar a la humanidad, a una niñita inocente, casi asesinada por un " Von Leissman" enviado por ese autor intelectual  que se encontraba al otro lado del teléfono pidiendo detalles de hecho criminal. Momento frágil, de absoluto optimismo, vivo, solidario, sofoca pero hace renacer en esperanza que puede resultar trágico como casi todo lo que acontece en PV.

Especialmente inspirada "aurora" esta tarde, defendiendo a "Conrado" porque le ama, así como en el enfrentamiento con " Her Von Leissman" el pasado día en un arranque impulsivo que se tiñe de cine negro y que comienza sospechar de una fabula macabra ideada por algún cerebro con  todo tipo de ramificaciones  vengativas y laberintos inescrutables y no sólo por los celos.



A Txema Mercado, hoy me he encontrado con él,  hace años que no le veía y me ha dado muchísima alegría.

Mi agradecimiento  a la audiencia enorme de mi programa de Bandas Sonoras de los sábados por la tarde, que comenzó siendo sobre "musicales de Hollywood" y que tanto aprecian mis oyentes. Hay gente que llora al escuchar los sonidos del cine.
Finaliza cada sábado con este tema  Thats Entertainment


2 comentarios:

  1. Solo una palabra maravilla de maravillas. Ya esta dicho todo sobre tu escrito

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  2. Gracias Jose Ignacio por este escrito de lo mejor que he leido en mi vida en un medio. Me sumo a Maite. Eres el mejor. Dices de Ana maría sobre ¿donde estaba? y tu ¿donde estabas?. Un fuerte abrazo

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