miércoles, 11 de noviembre de 2015

AMAR EN JAZZ


ACTOR : JUNIO VALVERDE


¡Demasié! Escuchar Jazz que me apasiona y traer al recuerdo al enorme Louis Armstrong, aquel trompetista de rostro sudoroso que soñó tanto con el éxito bajo las balconadas de las calles Bourbon y Toulouse, al que ví en su última aparición en el  filme de Gene Kelly "Hello Dolly" en el Palafox de Madrid (por cierto cine al que volví hace poco para una gala de actores), ha sido algo inmenso. Y ya para postre el recuerdo a los "Pekenikes" me ha colmado de dicha esta tarde en la que estoy a punto de partir de Francia para ir a Barcelona para descansar un poco. Los inolvidables "Pekenikes". ¿Quien no recuerda su "Hilo de seda", su "Lady Pepa o "Arena caliente"? ¡Es que lloro! Su fundador, Alfonso Sainz falleció en Florida, el año pasado. Icono del pop de los 60 y de gran calidad interpretativa y de unos arreglos formidables. Es una gozada este serial. Tiene de todo y sobre todo recuerdos. Mi padre solía comprar discos EP,s de ellos y los conservo en la discoteca de la emisora con muchísimo cariño y amor. ¡Qué época épica y musical! En los 90 hacía un programa musical "La cajita de música" con la melodía del "Hilo de seda". Un éxito.



Capítulo sobre la vida que es, ante todo música desde que nacemos. Sencillamente apoteósico el serial esta tarde. Junio, un artista de la trompeta y de mostrar ante la cámara la gesticulación, la masticación y la respiración instrumentista. Un pequeño homenaje al Jazz y a la música que era para gentes cultivadas y enrrolladas de los 60. ¡Vivan el Pop y el Jazz! Como diría el bueno de Juan de Pablos. Ahí se calman todos los esfuerzos y fatigas con la deslumbrante y acariciadora música del lánguido Jazz. Referencias entre amigos que se juntan en el "café Reyes"  a ese balsámico lenguaje musical, mostrando esa gran función social de dejar volar el espíritu en aquellos tiempos negros donde tanto se necesitaba entre estas selectas audiencias que pujaban por mostrar ese otro lado peleón y culto de la música de tantas influencias y referencias musicales. Cómo diría Léo Ferré, ese Jazz que da jazz  a nuestro corazón en la oscuridad de lo negro.
Recuerdos de aquel Boris Vian  y de su mundo de existencialismo en cafés como este de la tarde que, tanto ultrajaba a las buenas costumbres y que, cuando se escuchaban esta melodías, se producía un cocktail de tanto sabor a sensaciones que se experimentaban al escuchar este sensacional surrealismo del jazz.











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