lunes, 30 de noviembre de 2015

LOS SUEÑOS NO SIEMPRE SUEÑOS SON.


PRECIOSO MOMENTO INTERPRETADO POR ITZIAR MIRANDA Y JORGE SANZ:


Nadie lo duda que la vida es sueño pero también que es onirismo puro y que todo lo que se presagia, puede suceder después en la realidad. Los dos han creado sendos personajes con los que empatizar, preciosos, con una habilidad notoria para centrarse con la libertad del surrealismo y que dan los sueños, en un mundo de declaración de amor que subyace en la aburrida vida de una mujer resignada a vegetar entre hombres apolillados e hijas pijas que se marcharán un día.
Cine de Berlanga, Bardem o del genial e inaguantable Fernando Fernán Gómez (este actor que en una rueda de prensa en el festival donostiarra del año de 1.999, nos dijo que se agarraba la cartera muy fuerte para que no se la robáramos como ocurrió años antes en este mismo evento). Yo ante semejante déspota e insultón me marché porque, promocionarle gratis, hubiera supuesto que él se llevaba mi cartera de igual modo. La verdad es que nunca he tenido suerte con este hombre. Una tarde, años antes, en un cine-forum de la calle Fuencarral, Fernando Lara le llamó para que nos presentara su casi inédita "La vida por delante"; no se cortó un pelo, nos dijo que era un filme que hasta unos "zotes como nosotros", lo íbamos a comprender. ¡Menudo personaje!  Pero en el cine, hay que reconocerlo, resultaba de un interesante neorrealismo costumbrista.



Este sencillo momento de comedia y sueños ha sido todo un pequeño homenaje a quellos tiempos del cine ternurista de parejas, realizado con exquisita sensibilidad y agudo espíritu comercial, de los 50 en españa. De aquellas inéditas parejas que tanto soñaban con algo mejor de con lo que tenían que apechugar diariamente. Ha sido la televisión dentro de la televisión con la secuencia onírica del sueño. Combina con mucho acierto deseos sexuales reprimidos con la liberación del sueño. Soltura costumbrista y acidez, timidez y descaro, rompe aguas porque el mundo ignoto de la narcosis libera fantasía amorosa, hace feliz pero también da pavor al despertar.
No a todo el mundo le puede gustar esta secuencia. Representa el sentir inocente de unas gentes de aquella época y conociendo de las pautas culturales y de la sociología del momento, desde esos parámetros, me ha resultado preciosa.



Otro punto de mira tan distinto al actual que puede resultar caducado pero que mezcla frustración descarnada con toques de humor alucinado y ganas de que todo lo abúlico cambie y se transforme en quimera, que hacen de este momento muy apto para hoy se se bucea en sus sorprendentes intencionalidades aunque debemos hacer todo un ejercicio cultural de colocarnos en el tiempo que se retrata en el ensueño que vive "Manolita" en el sofá de su casa cuando dormita y siente a su lado a ese hombre tan distinto que cree reconocer en su aspecto mas arrojado y descaradamente bohemio. 



Me gusta mucho estos remakes que se hacen del neorrealismo; por desgracia en el cine no hay más que filmes chicle, películas despersonalizadas de la realidad del país, inocuas, que se resuelven ridículamente y a prisa, y estafas en las entradas. Pero estos brillantes momentos que sólo en la televisión puedes encontrar ya (y poquito) ofrecen versiones superadas y más actuales y más aciduladas de amantes ignotos que tenían que esconderse antaño, que fermentan momentos menos ridículos y ñoños que en aquella narrativa cinematográfica, donde hoy si pasa algo y ayer no, donde las cosas no convencen ya ni si se ven tan maravillosas. Me ha gustado mucho.



A mí Itziar me recuerda a la joven Julita Martínez, familiar y sencilla, que conocieron nuestros padres; hoy retirada; actriz  de televisión con "La casa de los Martínez", cine neorrealista de Rovira-Beleta, teatro y doblaje donde se hizo más popular que jamás poniendo voz a Betty White en "Las chicas de oro". Por cierto Julita nunca desveló sus preferencias políticas a pesar de ser una entusiasta del tema. Era como los actores de antes, podían tener algún tic pero nunca perdían público o espectadores de uno u otro signo. No como hoy que muchos salen enfáticamente defendiendo y glosando a la "ceja" o a "Podemos" para luego desmentirlo, llamarte buitre y zafio, seguir hablando de las maravillas de la ultraizquierda y borrarte porque no tragas al asesor de Irak de donde recibe dinero para su tele irani. Ello, en los tiempos de Julita, sería impensable.





Un recuerdo para una película Vintage de grato recuerdo. "Un beso para Birdie", con un gracejo demoledor de "Sebas" sobre el acomodador y su mujer, santa que mejor no se le arrime en aquel cine "Madrid" ubicado en la Plaza del Carmen con Tetuán. Filme donde se lanzó al estrellato definitivamente a Ann Margret (por cierto muy enamorado el director Sidney de ella y protestas del celoso Dick Van Dyke) y que entre mucho colorido hablaba de rock, fans, chicas guapas y desmayos del personal. Aprovecho para saludar a mi amiga Pilar Gentil, hoy en activo aún, la voz de Mary La Roche en este filme en su versión doblada de 1.964.


BSO DEL CINE. PROGRAMA DEL SÁBADO 28 DE NOVIEMBRE




http://joseignaciosalazar.blogspot.com.es/2015/11/los-caballeros-del-rey-arturo-bso-del_28.html

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