lunes, 9 de noviembre de 2015

DIABOLICO PIANO EN PONTE VECCHIO

Ogni giorno il capitolo Il Segreto

Italia merita tutto il rispetto di me e dedico questi articoli Il Segreto
In Memoria e ricordi di un tempo perduto che non tornerà 
Con grande tristezza hanno finito così male


Detrás de la maldad está el demonio y detrás de Satanás: "Francisca Montenegro". Ella, solo ella, es quien manipula la hacienda y la comarca, da de comer a sus sicarios, promoviendo hasta el crimen para continuar siendo la terrateniente dominante de unos límites que llegan hasta la Corte del Rey. Todo lo realiza mediante un cálculo premeditadamente sopesado para que su nombre, dinero y descendencia dominante, alejada del populacho, continúen incrementándose más allá de cuando ella no repose en la tumba, porque extenderá sus tentáculos más allá de su propia muerte física que le resultará inocua porque el mal siempre perdura y nunca fenece.


Payaso de ninguna gracia y petimetre arribista, comprado en alma y cuerpo gentil por el poder económico de una España rural, forma parte de las clases reaccionarias que siempre han estado detrás de todos los vicios y corruptelas del país. Es el despojo del rostro feisimo de la arquitectura dictatorial y ladrona de la más carcundiosa España cruel y corrupta. Un "Fernando" aprovechado que usa del contubernio con una criminal cacique, sacrificando a su esposa, para enriquecerse velozmente, a través  en un plan diabólico urdido por una latifundista racista y malhechora que se ampara a sí misma porque las leyes se van improvisando a su dictado.
Monumental secuencia esta tarde. Impresionante. La maldad reflejada en la televisión con todo su culto a la estirpe y al dinero, usando de la sangre para reproducirse en casta dirigente y faraónica. 




Excelsa María Bouzas, sorprendiéndonos cada día más hasta la canallesca que puede llegar a albergar su inexistente corazón que no es sino una daga de venganza y un péndulo de muerte. Pocas veces nos ha mostrado su auténtica inquina como hoy. Su perversión desinhibida hasta tal sumo grado. Lo que se esconde tras su frialdad y su mueca percutor, una falaz recreación del mismísimo Luzbel. Es el mal, explotado sin piedad y rubor del modo más cruel y siniestro contra una chiquilla que ha osado atentar contra su puto apellido familiar, que es una basura por cierto. Planea un desquite ante su orgullo herido y sus finanzas en cierto peligro, del modo más cruel y siniestro, pactando con un descastado gigoló al que se le ve sin rechistar ante la propuesta de la "Paquitamuertes" de comprarle su hijo, dudoso que sea de él porque es impotente con su esposa.


Se ha roto hoy el televisor ante tan majestuosa interpretación de esta señora, heredera de las más grandes damas del teatro español. Un capítulazo sobre la amoralidad para el resarcimiento de un bebé intercambiado sin piedad, como génesis de perpetuar la dinastía,  por una chica posiblemente violada en la cárcel, y los patéticos resultados que la doble moral ejecuta en bichos como esta señora de la patibularia "Casona".
El limbo bello en el que vivía "María" es una áspid  que se arrastra por entre esa mansión y que muerde y devora todo. Vampira de todas las horas, maquiavélica preparada para matar y vestida para ordenar, envalentonada cuando se adoba, la presidenta del club de asesinos de"Puente Viejo": "Francisca Montenegro".


A destacar Ramón Ibarra y Mario Zorrilla es esta secuencia contenida y literariamente muy construida en el teatro, el enfrentamiento entre "Raimundo" con "Paquitaterrores".
Le ha dejado la urna cineraria de su mala entraña, sin cenizas. Le ha lanzado un obús al corazón de su máquina infernal de sesgar vidas. Perdió a su hijo de ambos y ya no le queda nadie, la chiquilla "María" era lo único que le daba apariencia humana por cierto sentimiento que, ella, tenía hacia su madrina. Que no porque esa bruja infestada de ponzoña pudiera nmanifestar. Ya no le queda nada sino esperar que mate a la muerte matándose a sí misma y muriendo en soledad, sin linaje y sin nadie. Siendo escupida su tumba porque es lo que reciben los malvados, el desprecio y el lapo a una lápida sin ornamentos, sólo al albur de la hojarasca y a la intemperie de las ratas.


Una pesadilla controlada por una clase superior  que controla cada palmo de la existencia de su alrededor y de sus gentes. "Francisca" amenazante, inquietante mujer de talento para dejarte "fiambre", desbordada por una alucinada carrera para acaparar más que nadie, ser más que todos y desnucar a quien se suba a su chepa. Se aproximan capítulos interesantísimos.


Me sigue gustando el planteamiento de este amor y este pecador "Conrado" del que sólo sabemos dos cosas: que ama a "Aurora" de verdad y con locura  y que tiene dos niños por los que siente un gran amor, no siendo sangre de su sangre. No me extrañaría que también fueran huérfanos de alguna pendencia de aventurero que hace tiempo que no se confiesa.
Pero es sincero con ella y la chica le quiere, por lo tanto le cree con sólo una referencia a que los pequeños  no son sus hijos.
Es un amor enormemente maduro a pesar de los efluvios adolescentes de la carnosa textura joven de ella y del recato en él. Historia de un amor tan poderoso como esperanzado. Y me recuerda mucho, hoy me he dado cuenta, al realismo francés del cine poético del gran Marcel Carné. Esos lóbregos espacios que albergan corazones que no se pueden separar, amores furtivos que van dejando mella, paraísos marginales llenos de equívocos, testigos de esas acciones de amores y emocionales. Torbellinos de acercamientos y de separaciones, encuentros comunes, ternura y hostilidad, filmes sobre el amor en los bajos fondos con chicas maravillosas y tipos de banlieue.  "Hôtel du Nord" que es un filme espléndido.


Bette Davis sin duda. Cada día se parece más Aída a esta maravillosa actriz que conocí en el Festival del Cine. En su fondo lleva una amargura, como Bette en muchos filmes porque se queda sola en unas navidades mientras la felicidad recorre otras puertas. Para aquellos que menospreciaban de esta gran chica que es una persona sensible y cariñosa, atenta y trabajadora, buenísima actriz como lo demostró en el "Funeral de Tristán", que se burlen ahora cuando es el vivo retrato de aquella protagonista de dramas románticos, la Bette Davis,  y de hacer frente cara a cara en sus filmes, como esta tarde  "Candela" a "Conrado". Capaz de provocar en el público muchísimas emociones que nos durarán por siempre y venideramente. Ya que algunos andan apostando cual es mi actriz favorita, quiero mucho a Aída de la Cruz.

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