viernes, 27 de noviembre de 2015

QUEI BACI E TEMPO PEPA E TRISTAN


Ogni giorno il capitolo Il Segreto


Italia merita tutto il rispetto di me e dedico questi articoli Il Segreto
In Memoria e ricordi di un tempo perduto che non tornerà 
Con grande tristezza hanno finito così male


Resulta fascinante toda la secuencia, cargada de expresividad y de un aire al período del cinquecento italiano tan característico del cine mudo. 
Precioso momento de besos que discurre por un limbo dulce, mantecoso y naïf, con romanticismo salivar, melancólica estancia en un rincón del jardín de la "Casona", momentos candorosos y besuqueos apetitosamente tiernos. El paraíso terrenal en ese rincón de la mansión, algo apartado pero muy emotivo.



Un cálido momento de magia y luz por los besos compartidos, un halo maravilloso de amor inmenso, con un tono dulce y apasionado. mostrando el candor casto del amor entrambos, pero apasionado de ternura, frescura y locura. 



Al ver este momento comprendemos lo que es arte llevado de un guión  al cine. La química que tenían y cómo de bien hacían sus papeles estos dos actores, únicos en la televisión desde hace treinta años, es conmovedor, telúrico, porque sienten la historia y este momento con la pasión que transmite. El beso por excelencia, la pareja mítica mezclada con la mieles y la tragedia. Gran instante gozoso, tan triste como hermoso.



Momento impagable que contemplado desde hoy adquiere un realce lastimero cuando sabemos del final triste y funesto de aquel su amor, aunque hoy veamos y asome la parte más espiritual, infinita, pura y poderosa de los sentimientos, entre ellos el más inabarcable y pleno, el amor verdadero que se profesaron. Alex y Megan, a los que Eros embriagó de una pasión y otro amor verdadero, dejaron constancia de lo que importa el carisma de una actor por encima de la producción y del dinero a rebosar de otras series, ricas pecuniariamente pero pobres en espiritualidad.



Aquel PV inolvidable de autenticidad y hechizo está grabado en esta secuencia, simples pero que conmocionaban por su autenticidad, magia y sentimiento, por la belleza de todos sus planos con una soberbia Megan Montaner que nos muestra el hechizo placentero en la secuencia, como en otros momentos lo mortalmente doloroso, pero siempre con un sentimiento que los unió más allá de la muerte, haciéndoles desearse más allá del tiempo físico y para toda la eternidad. Una maravilla aquel PV.




Si tuviéramos que definir lo que es la ternura la asemejaríamos con "Pepa Balmes" aprendiendo a leer a la edad de "la partera". Momento delicioso de grandísima terneza y galantería. Amor con el corazón en los ojos de los dos protagonistas diciéndose "te quiero" sin pronunciarlo. La ternura es cuando se enseña a leer a esa pobre chica apaleada y que cree jamás dominará el abecedario. Gran  momento en el cual nada se interfiere en ellos, salvo una asombrada lectura que escucha "Pepa" y que todo se construye. Y es ternura porque ambos son felices mientras "Tristán" contempla entre sus cálidos besos a un ser que necesita del calor ante su ayeres de glacial,  de la saliva humana para ser correspondida en su más íntima condición de mujer y de la cultura que la hará libre.


Álex, un rostro a punto de perforarnos el alma como le hiere de muerte amorosa a "Pepa", desbordando amor, transmitiendo con un glamour inmenso el camino que te lleva a una mujer que encontró un día en su camino y que la reconoció como la de su vida. Momento hipnótico de un universo propio que vivieron aquellos amantes entre las paredes desvencijadas del "Chozo".


Muchas de las referencias del personaje de "Pepa" están en el novelista y periodista Juan Valera, en su "Pepita Jimenez". Ya dijimos el otro día que este serial, en su primera época era más culto que ahora y más amargo, al margen del lujo de contar con Megan y Álex. Gran parte de toda esta idealización y embellecimiento de una vida injusta, es narrada realistamente y en esta secuencia se evita la crudeza del tiempo que les tocaba vivir y los aspectos penosos de las dificultades que pasaban, aislándolos como en una burbuja de felicidad que resulto inmensamente emotiva. Un buen momento preciso, enamorado,sencillo y plagado de armonía cultural y de galanura moral.



A lo largo de momentos como este vemos cómo evoluciona la pasión amorosa entre ellos, la evolución psicológica de la protagonista y como se hace irrenunciable ese grandísimo amor tan bien filmado y mejor interpretado que vivieron "Pepa y Tristán".




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