martes, 4 de junio de 2013

TODOS SOMOS "MARCIANO" EL FRIKI


"Hipólito" es la caricatura en la que nos transformamos todos, hasta los más pintureros y ursulinos.
Capítulo que ha servido, y lo necesitábamos, para una exhibición de uno de los mejores actores de PV: Selu Nieto. El más intelectual y el menos necesitado de ayuda, después de su novia: La genial Blanca Parés. Últimamente, es "Marciano", el más grande mudito, por decreto mental, de la región. 
Trístemente, una de las bazas del "cine mudo" se apaga con la desaparición cada día más clamorososa de "Mariana", le mejor actriz de la serie: Carlota Baró. Que, cuando vuelva, no nos lo vamos a creer.  Sin fumar, que no fumo, espero. Esta tarde, dentro de las pequeñas genialidades de PV y sainetescas de "Hipólito", casi surrealistamente, hemos leido lo que veíamos que no escuchábamos. Es enrevesado pero era así. Ha sido estrafalario sin maldad,  con unos cuernos que le llegan mañana, inolvidables. Si algo ha sabido interpretar esta tarde, "Selu", es que, los mudos de conveniencia, parecen idiotas, aparte de serlo. Y que, aunque parecen planos, tienes muchas aristas rugosas y peligrosas. Dejar escapar a "Quintina" es de un retrasado mental. Se la juega que, las mujeres, esperan hasta cierto punto y a veces, incluso, menos.
De "telonero", nada de nada. Siempre he reivindicado su gran saber hacer, el de Selu, que se ríe de hasta su perilla y que adopta tics geniales, lucideces en sus lagunas incomprensibles que nos hacen empatizar con él, al comprobar que, todos, somos así... más o menos. No deja de ser un cachondeo de tarde suponer el terror que, a este personaje, le invade al pensar que, si abre la boca, romperá la sinergia con la suprema "Quintina" que, siempre ha mirado sin ver y que, ahora, ve y mira demasiado al cartero. !Cuidado!. !El cartero llama dos veces".

Es una historia de confusión de silencios, que sobresale sobre los chirriantes ejemplos de personajes habladores y "chuletas" de los 2000 y los guionistas así parece lo plasman. Cada vez que "Marciano" suelta una de sus "chorradas", que parece el hombre mudo de "Gordon Freman", frases jugando con el "canguelo", me "descojono" y las pilas me duran un montonazo. Es esta en esta bendita televisión antigua de PV, mas irónica que la actual y más ácida.
El gran éxito de Selu, su grandísima cualidad es que despierta en nosotros el "friki" que llevamos. Es un personaje tan inmersivo que te hace creer que eres, tú mismo, quien está en la escena y quien lo hace casi todo, que el paranoico eres tú, trasladado a PV a través del túnel del tiempo. Es genial el juego mental que se trae sobre las opciones que se busca en la vida lerda para no hacer nada y que todo resulte un cuento infantil  y... !Por aquí pasó un ángel tonto!. Y tiene mucho de Jerry Lewis en la comicidad, incluso en el físico y gestos, llevando las situaciones a extremos maníacos y absurdamente lógicos.
PV tiene bellísimas   crueldades intelectuales, no deja de ser cínico que, ahora, la ciega ve y el "parlanchín" se queda silente. Es una paradoja sobre que, como cantaba Brassens, hasta que no llegue el tiempo de lilas, no habrá cosecha.  O sea, que seguirán "pelando la pava" "Quintina" y "Marciano". Y en su actual coyuntura, tiene mucho y más de Galdós, aquel "mudo Saturno", del film "Tristana", en su estética y picardía, que no en su tara sexual, del gran actor que es Jesús Fernández. !Bien! Selu. !Bien!. Seguro que seríamos, you and me, muy buenos amigos.

José Ignacio Salazar

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