EL SALARIO DEL MIEDO
"Artículo de Primeran.com"
La casta política española es
ya un problema de emergencia nacional. Protagonista de una tragicomedia del
peor enredo, repleta de perversas intenciones, que hace vomitar pesimismo en el
ciudadano y que ha llegado a este extremo porque nació como mal parto de los
franquistas. Allí, ante la clausura del Régimen por asfixia, se repartieron
unos listos el poder y el dinero, para seguir la Banca con otro ropaje y
disfrutando de los nuevos tiempos. Y empeoraron con las décadas.
Pero, jamás, en los años de
franquismo ni en la democracia se había atentado tanto contra los pensionistas
y jubilados, negándoles una subida ante su ya depauperada pensión que no da
para alargar sus menguadas rentas, más allá de la segunda semana del mes, y con
sacrificio.
Jamás, desde la posguerra se
había visto a tanta gente acudir en masa a los “comedores” sociales ( un 22% de
más en el 2012, en Gipúzkoa), variopintamente heterogénea y en donde puedes
encontrarte ya a tu vecino que vive de prestado donde “pilla” y come allí donde
le dan y con un apetito canino.
Jamás hubo tanto paro y se
podía suponer que se llegaría a controlar el gasto de luz o a soportar frío en
el hogar por apuros económicos y, ello, el que aún conserva su casa con suerte.
Castigar a los más indefensos
de la sociedad, al colectivo de personas de edad, enfermos, incapacitados,
jubilados o pensionistas es algo tan ruin y miserable que, sólo, un ser
despiadado y sin escrúpulos podía ejecutar fríamente. Mariano Rajoy.
A los que, además, tan y como
está la descendencia en paro, ayudan desde sus humildes pensiones hasta incluso a los nietos.
En Guipúzcoa el poder
adquisitivo se merma en una media de 45 euros mensuales, para un pensionado de
470.000 almas abandonadas, lo que para un burguesote parlamentario es baladí. Y
eso que les han dejado sin sus “cacharritos” electrónicos de a 1.000 euros por
pantallita y espejito mágico.
Y para cumplir con el déficit
que el estado de Partidos ha generado, y sin que el sacrificio enorme de los
desposeídos sirva para algo, apelando inmoralmente a la “responsabilidad por parte de Fátima Baños, congela el
brasero a los más débiles, pidiendo
esfuerzo y responsabilidad a los hambrientos y menesterosos, como si en ello
fuera la prioridad de salvación de este garito de país.
Zapatero ya incumplió la Ley.
No metió 14.000 millones de euros en el Fondo como era obligado. Se lo
“fundió”. Y Rajoy no ha cumplido la Ley al no incrementar lo obligado por el
incremento del coste de la vida. Y este Fondo, hoy, no tiene más de plazo que el de ocho meses para pagar las
pensiones.
Rastreramente se ha esperado a
que concluyan las elecciones de Catalunya para desprometer lo que, de nuevo, ha
incumplido Rajoy: La promesa de incrementar las pobres pensiones que son ya un
salario del miedo a perderlas.
Los mismos políticos que han
dejado el Estado quebrado, con déficit descomunal, ahora critican lo que carece
de remedio; porque nadie puede aportar el dinero que han robado para comprar
votos y llevarse el dinero fuera. Y él cumplimiento de déficit crece en los
intereses de deuda, a costa de lo que
han gastado todos y pidieron, mientras
que Rajoy, hoy, sigue pasteleando con la
corrupción autonómica en beneficio de seguir reproduciendo el esquema de poder.
Para la execrable Banca,
dinero a “mogollón”. Para las cuentas catalanas y de autonomías, si hay dinero.
Para llevárselo fuera, de igual modo. Para las serviles televisiones catalanas,
más de trescientos mil euros. Para embajadas, nicho de “enchufados”, mucha
cara. Para Sindicatos, la “mamandurria” sigue servida. Para Partidos, el maná
es muy rico y reproductivo. Para virreyes autonómicos, oro, incienso y mirra.
Para televisiones y embajadas si que lo
hay igualmente a espuertas. Cientos de millones de euros despilfarrados en
subvenciones estrambóticas y en solucionar la vida a unos rapiñosos vagos monoparentales o de partido que carecen de
principios y le sobra sinvergüencería.
Y ahora lo paga el pensionista
y autónomos que no cobran lo que las autonomías, miles de millones, esconden
debajo de la alfombra. Y la clase política, apoltronada, todos los partidos,
comulgan con la corrupción y la cachean pero huele que apesta.
La única razón por la que se
paraliza la subida de las pensiones es porque no se atrevió desde el principio de acometer reformas de estructura de Estado, imprescindibles,
interviniendo autonomías, ahora no hay tiempo y los pensionistas serán usados
como carnaza para contentar a corto plazo, que no más, las fieras de los
acreedores. Pero su sacrificio será en vano.
Manirrotos politcuchos
regionales, preocupados por sus intrigas secesionistas, que a pocos importan, salvo a sus
apaniguados, son los responsables de
que el control del gasto recaiga sobre estos pensionistas. Este cobarde
gobierno, y para nada, les quitará un poco de pan y leche a estos grandísimos súbditos porque ni se ha
planteado la reforma del insostenible modelo nepótico de Estado autonómico, con
sus lame suelos, con sus duplicidades, sus cortes faraónicas y sus dispendios
sin límite. Con sus televisiones basura, abundantes empresas de ellos, pero a cuenta nuestra, sus colocados, sus
créditos para pagar los demás, sus fundaciones y sus chiringuitos de oro para
repartírselo entre todos mientras los demás tienen muchísimas carencias.
Austeridad y recortes para lo
mejor de una sociedad, sus clases trabajadoras. Opulencia y mangoneo para lo
execrable de una inmoral cuadrilla política que se hace las leyes para sí y que
deja a la mayoría sin dinero, después de robarles toda la cartera. Queda
indefensa de solemnidad, para poder defenderse y acudir a los tribunales, ya
que no puede costearse el lujo de la justicia, por ser pobre.
Y ya empezando a pasar mucha
necesidad, el pueblo trabajador, otrora con algo de recursos, ve la miseria y el acoso a sus escasas rentas,
al tiempo que perdonados los
sinvergüenzas que se llevaron el dinero sudado de un pueblo; amnistiados,
agasajados y condonados de pagar a la Hacienda. Y contempla estupefacto a los
mayores moralistas y “arreglapatrias” arengar sobre cómo sacar a este País de
la crisis con el lomo de todos, mientras según datos de la Agencia Tributaria,
el 74% del fraude fiscal que acaba en Suiza o en otros paraísos, se debe a 569
españoles que ya se denuncian con nombres y apellidos. Políticos, banqueros y
prohombres de la peor calaña que podamos imaginar ye que depositan, ilegalmente
lo robado en esos alejados lugares en los que vive tanto desgraciado ya. ¿Hasta
cuando?.
José Ignacio Salazar Carlos de
Vergara
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