viernes, 11 de abril de 2014

EL PUNTAZO DEL CIEGO


SECUENCIA PRINCIPAL:   "EL PUNTAZO DEL CIEGO"
ACTORES DE:                        ARIADNA GAYA Y RUBÉN SERRANO


El olor que atrapa los sentidos en el ciego y que percibe objetos y presencias incluso antes que el oído humano y que descargue la tormenta.  Un invidente que ha descubierto cómo es el mundo de las sombras y como se procesa la información que te dice por donde debes mirar y escuchar las conversaciones. No tiene visión cortical pero retiene sensaciones y presagia el futuro que sólo funcionan en el mundo inmenso de las sombras.
Finísima secuencia que no se habría podido rodar sin la sutileza de un diferente e irónico "Conrado" que es más feliz, ahora, que cuando veía y estaba siempre avinagrado.
Una trama sibilina, mordaz, de amor en la compañía a un invalido, ingenioso y sorprendente "Conrado" que nos ha mantenido en vilo, jugando con nosotros y que nos ha deleitado con un pequeño misterio que resuelve desde lo lóbrego de su situación asumida con tanta tranquilidad.
Rauda y sagrada intuición que da otra protuberancia y humor al personaje. Se está creando un policíaco con suspenso, recordemos al ciego de "A 23 pasos de Baker Street" que olía el perfume y recorría su rastro. Deja muy bien plantada su situación de discapacidad, como enamorada tiene a "Aurora" a la que le avala que puede predecir donde no llega ella y salir avante de las peores situaciones. Un actor que ha mostrado un abanico de registros, aunque le falla la voz, que da sensación de credibilidad y con fuerza suficiente para infundir alegría en su amor. Espero que estas secuencias del ciego tengan al final el relieve de dos filmes memorables, el citado y "Sola en la oscuridad" ya que son tramas para que finalicen sublime y magistralmente por haber hecho incurrir en el mundo de las tinieblas y mostrado lo que se oculta tras ellas.
Me ha sorprendido y por ello le doy el premio a esta secuencia por la capacidad de deducción del invidente en ese su sexto sentido para obtener información a la hora de los olores, aromas, conversaciones y del descubrimiento de la intuición dormida, llegando a seguramente develar las artimañas de un criminal. Un personaje inteligente, muy sagaz, que ha mudado de carácter, más dulce, sumiso, bromista y con gran capacidad de superación. Ha adquirido una solidez inconmensurable.
Un perfecto "Conrado" que muestra a la perfección cómo se amplifican los sentidos, clave en la ceguera incluso momentánea que aúna todo para que la intriga no resulte desmesurada y que encarne a la perfección a un ciego convincente. Un hombre que donde no veía tiene ahora incorporado el chip del sexto sentido, donde era un ceporro cerril es ahora un ser al que la no visión le ha hecho inteligente y cariñoso.
Un guión sólido, sencillo, intrigante y medido para la inteligencia de los espectadores que buscan leer entre imágenes algo más. 
En los filmes de ciegos el buen resultado lo da cuando un ciego nos hace olvidar que realmente lo es y no es el actor tal o la actriz cual. El ciego por vitriolo se ha transformado en un vidente de la sagacidad.
Me ha gustado mucho la secuencia porque nos ha hecho ver razonamientos basados en imágenes oníricas que las ha creado su rejuvenecido cerebro.
Es una secuencia de lujo, para entrar en ella con suavidad y tranquilidad, ya que es un momento delicioso de misterio rústico y que esperas siempre no se acabe y continúe, interrumpiéndose y hasta el próximo capítulo. Ha sido un hermosísimo momento de reflexiones particulares que le conlleva a esa investigación que el aventurero lleva en curso y que presagian peligro. Donde la oreja compañera de este cegado le están prendiendo con tesón y cabezonería tras la pista de alguien de quien sospecha y mucho a pesar de que su gran amor desconfía de su intuición. La secuencia del pre-anuncio de la tormenta ha sido magistral, como ha sabido descubrir y catalizar otras facultades adormecidas, potencias sin desarrollar, en estado latente. Entre las que han descubierto son las que le han hecho  es relativizar el drama (no se está tan mal ciego), y la ruptura de ese caparazón que los ojos le mantenían duro y que escondía tanta frialdad y anemia de cariño y aire cercano hacia quien bien le quería.


El domingo comentaremos el resto, os invito a leerlo que os va a gustar, incluirá sobre el aborregamiento de los que siempre se equivocan porque votan a lo peor de lo peor.

PD: Dedicado a quien me ha perdonado porque siempre me ha querido y yo que soy ciego más que el"Conrado". Ciego del iris porque nunca alcanzo a mirar a tiempo. ¡Muchas gracias por quererme y preocuparte por mí!. 


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