AVENTURA EN LA CASA DE LAS PILINGUIS

ACTORES DE LA TARDE:

ANDREA TORREBEJANO, RAÚL PEÑA, MARÍA DE NATI, MARIO MARTÍN  E IVÁN MONTES

No es sólo un emocionante momento de aventura que hemos vivido, con un Raúl Peña al  estilo de los astutos embrollos con los que solía sorprendernos Jean-Claude Brialy como "Arsenio Lupin", es un cambio de rumbo, un momento muy bueno y entretenido (que esta tarde ha tenido su culminación en ese entrar de la policía en la casa de la alegría al estilo de Tejero con "¡Quieto todo el mundo!") y es sobre todo la revelación de Andrea Torrebejano, una bellísima mujer que da la talla que me evoca a lo que en el cine impactó la garra de Jane Russel (tiene cierto parecido), una mujer pantera de apariencia sin alma que la había extraviado por el camino de perdición. Un modelo de glamour y un símbolo sexual de su tiempo. Otro éxito del casting. Justo lo que necesitaba este serial que languidece mientras van muriendo sus personajes o les sacan la sangre o se hunden en un pozo melodramático que no te menees. Hoy por hoy, esta señorita, Andrea, y la pareja que interpretan María e Iván, es lo que más me satisface. 

Un elegante momento el vivido esta tarde, rodado en un suntuoso palacio, casi con un color de De Luxe, con el aire de una peli de sabor aventurero de Jacques Tourneur o de Raoul Walsh o una intriga de Édouard Molinaro, que combina drama, acción y amor de hermano. ¡Y lo que llega!

Andrea me recuerda también a la voz que le ponían en los 50 a Jane Russel, la de Maribel Casals, prodigiosa actriz hoy retirada y que marcó una época muy sensual y enorme del doblaje en el Estado. Es una gozada seguir  a esta actriz que tiene todo el glamour del Hollywood más aventurero y romántico. Un actriz deslumbrante. De descomunal fuerza interpretativa ante la cual todo quedan empequeñecidos, de una expresividad como ninguna jamás ha tenido en ESDPV. Verle a ella es casi como poner la tele una tarde y encontrarte con filmes de la talla de "Aventura en Macao" o "El regreso de la mujer pantera". Seduce, simula, equivoca, pelea, lucha, repudia, rechaza, una gata salvaje pero con una inusitada elegancia; que sabe siempre donde está su sitio en el plató, en el guión, en la historia y que desenvuelve su enorme trabajo casi sin darnos cuenta; ha entrado en nuestro sustrato más cinematográfico por la puerta grande, con mucha desenvoltura, casi como un huracán que nos ha transportado a los mejores momentos de ensueños que aquellas actrices irrepetibles hicieron vivir  a nuestros padres y abuelos momentos sublimes.

                                                      

Y me subyuga este papel porque le han colocado como a aquellas inolvidables más transgresoras actrices, en el rol de un personaje femenino de personalidad casi destinada a lo masculino. Es la protagonista del serial, la cámara sólo se fija en ella y ha dejado a todos eliminados de un plumazo. Sólo se salvan María de Natí e Ivan Montes por la frescura e inocencia de su trama. No digo que el resto no esté bien, pero Andrea es la cabeza de un serial que apuesta por la aventura, por el drama victoriano, que nos propone un viaje  a través de diversos géneros cinematográficos de modo rápido, conciso y sin darnos cuenta estamos inmersos en el cine de hechizo con imagenes fascinantes que nunca olvidaremos. Andrea es el cine "Novedades" de San Sebastián, el "Miramar", el "Novelty", el "Bellas Artes", el "Actualidades", el "Victoria Eugenia", el "Trueba", el "Gran Kursaal", aquellos cines en los que la gente era feliz, donde se lloraba o se seguían aventuras triunfantes o de tonos tristes o melancólicos. Andrea es la actriz que falta en el cine de hoy, y hablo del internacional, que nos transporta a un terreno de hazañas de arrebatado romanticismo y que hace poesía invisible de lo que ya no se en el cine de hoy, ese regusto por la aventura y por los lances sobrecogedoramente románticos o trágicos.

Actriz de géneros y subgéneros ya olvidados, de clásicos que nos regalaron tantas películas inolvidables, de muchísima personalidad, de un canon de cine de entretenimiento y con mensaje. Que nos retrotrae a aquellos cines locales cuando veíamos reposiciones de "Robin de los bosques", "El caballero negro", "Los implacables", "Sangre caliente  o "Los caballeros las prefieren rubias". Casi una experiencia religiosa, cuando nos enamoraban aquellas chicas porque éramos tan niños e inocentes, que nos enseñaron a ensoñarnos con mujeres inimaginablemente espirituales y bellas de rostro y atractivas de cuerpo.

Viéndole esta tarde, revivimos el alborozo y regocijo de aquellos días de cine y palomitas, bollos suizos y pastas. Actriz muy intensa, enérgica y elegante, de tramas plagadas de lances y romances y que cuando terminan te das cuenta que has soñado, te has emocionado, te has evadido y has disfrutado con una actriz de las que se escasea hoy.

Espero que no me llamen tarado por ser tan vehemente con esta actriz. Que como me llaman de todo, prevengo que mi crítica es profesional y no el exabrupto de una psicópata con inclinaciones enfermizas hacia Andrea. ¡Que queda claro! Que no me fío de algun@s que siguen ESDPV que no paran de decir barbaridades sobre mi persona. Porque he sentido una gran admiración por esta chica en la que todo funciona a la perfección, que seduce e hipnotiza, que tiene un gran control en la interpretación, que se deja dirigir, que es sencillamente fantástica, tal y como su papel en ESDPV.

Mención para estos dos actores y respeto y grande para su trabajo. María e Ivan. El recuerdo a "Ramiro", inexplicablemente sacado de la serie (creo que el actor Pablo Espinosa marchó a la Disney), un actor sacado de un filme de John Ford, del que jamás supimos, ha tenido en estos capítulos el protagonismo de los mejores días de ESDPV; eran tan imponentes aquellos capítulos que, sólo con trae el nombre de un prota y recordar su apellido civil, se te pone la carne de gallina. Es tan soso en algunos momentos el serial que aquel pasado tiene más fuerza que el presente. Me gustó mucho la secuencia en casa de "Mariana" (que por cierto no es "Marina" como por error pronunció "Prado" el otro día), donde se revelan la identidad y parentesco de "Prado".