Antes de nada agradecer la enorme lectura de estos mis humildes escritos sobre esta serie que tantísimo sugiere e impecablemente realizada e interpretada. Con unos fans muy educados y respetuosos, también críticos, que es lo que necesita un comentarista para poder trabajar en libertad y no verse acosado y difamado por opinar sobre algo que le apasiona. Los viernes tendréis el capítulo de "El Secreto de Puente Viejo", el único día que mencionaré a la serie. El domingo y el resto salvo sábados, será sobre "Amar es para siempre". Y tengo que deciros que he dejado "Puente Viejo" muy a pesar mío, con mucha pena, nunca me lo hubiera planteado, pero la situación que se me desbordó con algunos fans y otros actores que les ríen las gracias de cuando usan sus muros para hacer política o injuriarme (no sólo de ahora, antes ocurría igual y yo aguanté), me hizo abandonar estos escritos diarios, como digo, con muchísima tristeza. Mi nombre no puede verse involucrado en horrendas difamaciones y procacidades que se dicen, con arrebatos de locura y odio en las entrañas, contra mi persona por ser, pensar o trabajar en lo que presto mi fuerza de trabajo, en mi profesión de periodista, incluso por escribir con cariño sobre la serie, ridiculizandome y llamándome de todo. No pido agradecimiento, pero sí un respeto. Noto en estos foros de "Amar..." otra calidez, un respeto y gentes de cultura. Un gran público.
ACTORES DE LA TARDE:
SARA RIVERO, JUANJO ARTERO, FERNANDO VAQUERO Y NURIA GAGO
CON: ANABEL ALONSO, MANUEL VAQUEIRO, JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS,
ROGER COMA E ITZIAR MIRANDA
¿Quien no hubiera deseado encontrarnos con un doble de nuestro amor que ya no vive?. Aunque todo resulta más complicado porque es insalubre y nada conveniente volver al pasado porque nada es igual aunque lo parezca y todo se transforma en una pesadilla.
Es la mejor interpretación de Sara Rivero desde que comenzó en esta serie, sin duda, al menos para mí. Hay un plano de Sara, la primera foto de este artículo lo recoge, que muestra el reparo y el yuyu que trae verse uno involucrado en el drama del pasado dramático de un hombre, una confusión de personalidad que le hace sentirse como alguien que viola el sueño de los demás y porque, visto desde el hoy, el ayer es de color sepia, da reparo, se hace antiguo y se asoma casi como espectral donde lo pasado es cadáver y mejor no profanarlo. El pasado es misterioso y que atrás y mejor no tocarlo.
Secuencia onírica absolutamente y una de las mejores de las que yo he visto de esta serie. El regreso a unos recuerdos dolorosos, amargos y muy queridos de una mujer asesinada por los fascistas españoles; un escenario tétrico que encuentra en una figura de mujer idéntica, una válvula de escape a su angustia y de necesidad de protección hacia ella, intentado atrapar el tiempo pasado, una cura que el intento de olvido no le ha proporcionado.
Plantea ese eterno debate del cine entre recuerdo/olvido como modo de recuperación; las distintas formad de recordar que tenemos cada persona, la mayoría psicóticas; la necesidad de mantener vivo ese abominable pasado de perder a una esposa e hijo a través de una foto, un retrato; la irracionalidad del sentimiento de culpa si dejamos de recordar a nuestros seres más queridos porque ellos han muerto y nosotros no. Poesía siniestra esta tarde, en un grandioso momento unido a ese otro elenco de actores que han escenificado la crudeza y el salvajismo de una agresión, casi mortal, a una mujer indefensa; hechos sobre los que España ha cambiado poco.
Otro momento de espanto en el capítulo; una muy digna actriz, Nuria Gago, inerte casi, con la cara amoratada y la mandíbula rota producto de la agresión brutal de un marido criminal que está interpretado con total convicción por Fernando Vaquero (en un papel muy difícil de interpretar y poco remunerado por la violencia y cinismo que conlleva). No es fácil hacer de comatosa ni de maltratador con veracidad. Lo destacamos ya en ESDPV, aparentar esos cambios químicos en la musculatura con actores bajo el Rigor mortis, en catatonias o sin conocimiento. La violencia y la maldad del hombre impotente, imposible de apartar y ensambladas al ser humano más abyecto.
Un emocionado Juanjo Artero/"Víctor Reyes", llorando; una mujer sincera, valiente y muy sorprendida Sara/"Laura Blasco, nos han ofrecido momentos de fatalismo y fantasmagóricos apasionantes con esa sombría limpia mirada de ella hacia el desgarro que siente un hombre sólo al que se le aparece un espectro de su mujer.
Ha sido una historia de luces y sombras propia del cine negro con personajes brumosos, pasados fantasmagóricos y situaciones retorcidas pero hermosamente románticas. Poesía del horror con una mujer cadáver que vive en el cuerpo de otra. ¡Inmenso!
El pasado nunca muere y alguien se encarga de recordárnoslo en más de una ocasión. Nos angustia entre amenazas difusas, intangibles, sabe a rancio, huele a quemado, nos da la percepción de estar atrapados sin remisión en un círculo y que regresa para proyectarnos su tiniebla implacable de fatalidad y de no poder volver atrás.
Me siento muy honrado de poder escribir sobre este momento de fallecidos revividos. De parecidos tenebrosos que tañen a muerto en el corazón de "Víctor"". En el cual unas imágenes expresionistas de Sara Rivero, esa foto encastrada en un reloj de una mujer bella que ya no existe pero cuyo eclipse se apodera de la habitación, todo ello cautiva y atrae. En frente, la mujer real que confiere a la memoria del protagonista un hado trágico e inquietante de valor inusitado.
Una gran trama onírica, sencillamente magistral, vamos, ¡sin palabras! Donde los recuerdos son más vivos que el presente y que transportan a "Víctor a una situación existencial extrema. Todo ello tiene un aire morboso y una dulzura que atrapa.
Magistral pesadilla que la podría haber filmado Fritz Lang, lleva algo de su sello. Juanjo, envuelto en estos turbios ayeres, está magistral; arropado por lo macabro del ayer, saca a relucir su versatilidad traumática más herida, la de un hombre sólo y débil a pesar de su pasado de matón. Nadie es nadie, ni nada. Ya no es aquel seguro y respetable empresario al que no le faltaba de nada, triunfador, ni el duro del hampa dorada que aparentaba, ha dado una vuelta de tuerca. Está derrumbado frente a una mujer de ensueño y que proviene parece que de un narcótico, "Laura", una bella y enorme actriz Sara Rivero. Con ese abrazo final, un suspiro, un alivio, un regazo, elegante y envuelto en una magistral sutileza, un fuerte estrecharse que lo comprende, lo perdona todo y que redime un pasado en una oportunidad que, desde el presente, se le brinda de nuevo a "Víctor".
¡Gran Anabel! Polifacética actriz, camaleónica, hace de todo y resulta. Lo que le den y den, lo hace y con absoluta profesionalidad; esta tarde le ha merendado al "Comisario" dándole la oportunidad de que sea él quien le busque si le quiere. Tiene un aire categórico y chisposo en su discurso que no te meneas. Un subterfugio de mujer en "Benigna" que puede hacer creer a "Arratia" que ha naufragado su amor. Muy bien esta tarde, dando un aire pintoresco de armas de mujer al serial.
A PETICIÓN SOBRE ESTA SECUENCIA DE AYER:
JUANJO ARTERO Y LAURA DOMÍNGUEZ
Exquisito e hiriente momento, desmitificador de esos otros en los que parece que, por trabajar juntos, el amor surge y es una maravilla. Esto de la tarde ha sido algo muy complejo, que no es derrota, que es profunda amistad sin más lecturas, muy bien llevado por los dos actores, buenos profesionales. Es una amistad turbulenta que no termina de cuajar en amor entre los dos protagonistas. Ocurre a menudo. No hay por qué hacer algo comercial entre los compañeros de un trabajo, haciéndoles vivir desgarradas pasiones compulsivas; las cosas son más sencillas y extrañas también y el amor no es ir y vencer, desde un romanticismo fatalista y siniestro, Y hay algo en esta secuencia que me gusta en la serie en cuanto a la dirección y actores, que aquí se plasmó perfectamente: los actores no están manipulados o están sometidos a una relación de fuerza, sino que están tratados con confianza, son naturales y el trabajo es respetuoso y transparente. Esta pareja es hermosa y turbadora en su sociedad laboral pero más allá siempre ha habido una ambigüedad asombrosa. Ha resultado valorando el sentido de el "socio", el amigo, nada de fascinaciones de rasposas de fascinados enamorados que renunciarían a todo para mantenerse con la pareja que aman, sino que es una reflexión sobre la importancia de esa amistad que conlleva ternura y comprensión como el amor fugaz no sería capaz de aportar. Y gusta porque no tiene desasosiego y tranquiliza.
Me alegra que hayas encontrado en los seguidores de Amar todo el cariño y respeto que tanto te mereces. Lamentablemente no sigo esta serie aunque no dudo de su calidad. Añoro terriblemente tus cronicas sobre Puente Viejo pero respeto tu decision. Siento cierta envidia (sana) de los seguidores de Amar que pueden disfrutar de tus maravillosos escritos a diario. Un beso enorme y mucha suerte en tus proyectos.
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ResponderEliminarCris es que lo que le han hecho y yo lo he leido es para denunciarles es que le han llamado de todo y solo porque opina y aalgunos no le gustan sus opiniones sobre todo. Yo creo que en en esta serie se le recordara a Jose Ignacio tanto o más que a ellos. . Yo le aprecio mucho y es un persona muy cariñosa y justa y tiene una cultura como pocos, muchisimo mas que la de esos borregos de actotes y fans que le maltartaron
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