martes, 11 de noviembre de 2014

"MARIANA" MAMÁ Y LOS GUIONISTAS DE PUENTE VIEJO EN URDIN IRRATIA


Recuperar las buenas interpretaciones de Carlota es algo que anima la tarde, estas tan oscuras desde que cambiaron la hora. Momento sublime de comedia romántica donde la humildad de una gran actriz, Carlota Baró, se ha sumado a una metodología de precisión interpretativa que nos han configurado un entrañable personaje maternal desesperanzado, un personaje femenino inconmensurable, sacrificado y hondamente humano al que le falta eso que es lo principal para muchas mujeres: tener un hijo. Una fábula romántica de chica necesitada y que quiere darlo todo a su esposo con aire retro del cine de los cincuenta y acento fantástico por la grandeza de la vida que transmiten las mujeres.


Coherencia en la construcción de este momento, emoción soberbiamente contenida con ese doloroso tono grisáceo que a sus ojos le da Carlota en este momento y que empaña de melancolía la secuencia. Una de las actrices que en Italia, como yo dije mucho antes, la comparan con sus grandes señoras del neorrealismo, Carlota, que sabe pasar del cine silente a este tan italiano cual es el de este momento: el de la mujer buena y de nobleza rural ante la astucia y podredumbre de la urbe. Gentes sencillas y buenas, humildes, no deslumbrada sino por ver feliz a su hombre, honesta y que rezuma tristeza no exenta de ternura que nos solidariza con ella. Un muy parecido a como es la actriz en la vida real, una gran chica, humilde y buena, simpatiquísima y muy sencilla que se da  a los demás. ¡Una gran mujer Carlota Baró! La protagonista de uno de los dos mejores momentos de la tarde. Visión costumbrista que juega con drama y comedia con vocación maternal y mensaje de amor e ilusión de madre.


Éxtasis sublimado en la gran Maribel Ripoll. Personaje femenino potente a la hora de decir por su boca toda las desvergüenzas que sale por la misma con naturalidad pasmosa y sin reparos como otros que las matan callando.Por las redes se habla de algo que lo conocíamos hace tiempo, la marcha de Blanca Parés que deja el serial a mi entender muy equivocadamente; una partida a la que le buscan un final complicado porque deja al trío "Mirañar" (soporte cómico) para poner un "Colmado" de ataúdes y féretros en exposición y pedida en reserva. Dicen que si muere dando un parto (de ahí los patucos de hoy) pero no sabemos cómo se va ni cómo se recupera´la chanza en tan jolgorio de comercio surrealista ni que será de tanta apuesta divertida que seguimos cada tarde con estos geniales cómicos. De todos modos, América, no es el buen Madrid ni la bella gente de PV. Allí, los pobres actores españoles que van a experimentar sensaciones tras aprendizajes arduos  y  anhelan colocarse con muy altos vuelos en la Meca del cine, buscando oportunidades ilusas, son catalogados en fiestas según la droga o no que tomen. Ni que decir tiene que quien no toma estupefacientes, sus fiestas son aburridas y están exentas de probabilidad de encontrar un honesto productor que se fije en ellos, sin acostarse claro. Así es América a parte de un lugar racista y cruel con los pequeños aspirantes a la nada cinematográfica o teatral que son despreocupados y explotados y que acaban fregando platos y volviendo a casa con el rabo entre las piernas y habiendo perdido uno o dos años de posibilidades.

 
EL ENIGMA SE LLAMA INÉS



Cine negro de pesquisas y sospechas entrelazadas. Momentos policíacos, inteligentes, llenos de penumbra de sospecha y dudas razonables que no se pueden decir sino guardar para sí. Predecible y temible sospecha que sobrevuela por la cabeza de "Fe" y "Mauricio" Un juego ambiguo al espectador que cree que a la sirvienta le ha podido suceder algo. Momento de indeterminación y suspensión animosa, de cortarse la respiración. Un ánimo que vacila hacia la sospecha temerosa y casi un miedo a suponer que se ha cometido una atrocidad tras que el espectador haya visto  a las dos protagonistas ("Francisca e "Inés") el chantaje, la indefensión y una intimidación que no sabemos si era real o se trataba de otro engaño instigado por la "Doña" como ardid  para deshacerse de la pobre criada embarazada.


Me han recordado a "Le llamaban Trinidad", entrañables Mario Zorrilla y Francisco Ortiz. ¡Qué recuerdos! Bud Spencer y Terence Hill y sus voces inolvidables: El grandísimo José Martínez Blanco y don Héctor Cantolla. Los cines de barrio (el "Bellas Artes" de San Sebastián) con sus palomitas y botella de bebida y donde he visto reflejados a los actores y a PV esta tarde. Salvaje Oeste tomado a broma. Inteligentes ante los problemas que se les presentan, camaradas, pícaros, buenos y honrados en un western que revindico por lo cabal y entretenido que era. Interpretación muy personal e intransferible, que muestra el lado bohemio de la amistad entre las personas al margen del entorno y haciendo frente común a los problemas que todos tenemos. ¡Precioso! He llorado viendo este momento.


¡Bienvenido "Don Fulgencio"! Gran Juli Cantó que nos ofreció "thriller" y muecas de tensión nerviosa de hondo humor negro y descojono tétrico de muy alto satnding. 


JUEVES Y VIERNES: LOS GUIONISTAS DE PUENTE VIEJO EN URDIN IRRATIA

JUEVES     13,  10 AM:  MIQUEL PEIDRÓ



VIERNES   14,  10 AM: AURORA GUERRA





1 comentario:

  1. Esa es una buena pregunta , Mituki, ya que en Puente viejo hay más muertos que alegrías .

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