martes, 7 de marzo de 2017

LA HIJA DE FÉLIX NOVOA


No ha tenido desperdicio el capítulo. Ni en lo amoroso que se inflama a tardía edad; en lo humano que se escapaba da cada uno de los personajes por todos los poros de su piel; en chantajes consumados y tiempos de trampa en el cual algunos sobrevivían; amistades peligrosas que ya despuntaban; política comercial de nuevo cuño; historia de Transición; policíaco y de servicios secretos;  de secretos que saltan  a la luz y que ahogan; amores que cambian de sitio y se desplazan hacia lo peligroso y siempre unos personajes adorables en medio de aquellos tiempos convulsos que, ellos, aún, no los apercibían como tales. Así ha sido esta tarde "Amar es para siempre".



Como momento álgido, yo uniría ese beso, que no parece va a traer mucho recorrido sentimental, entre "Nuria" y este "Jaime" que va sin rumbo ya, esas leguas entrecruzadas entre dos hermanos, lo ensamblaría con la secuencia de la confesión de "Felix"; que efectivamente admite tuvo una relación con "Julia", y la sorpresa que le corta la respiración cuando se entera que tuvieron los dos, una hija: "Nuria Salgado". Se tratará de una serie y una ficción pero, como todo, estaba tan bien realizado que parece es verdad de la pura y causa un auténtico estrago en el espectador, esa angustia en el alma desgarrada de "Félix", cuando se entera de la verdad oculta. ¡Enorme Nancho!



El papel de "Félix" coincide en esta secuencia con el de los dramas y romances del cine español de los 50. De Mur Oti, Nieves Conde o Delgrás. De aquellos que venían de enterrar su corazón; que callaban amores y los enterraban porque nadie podría soportar una relación adúltera pero que se daba no obstante, aunque fuera muy en secreto. "Julia", deseó dejar de lado esa relación cuando concibió a su hija; inventó lo de la mejora en la relación con su esposo, por  la supuesta maldad viperina de las lenguas, ávidas de invenciones y cotilleo, que podían especular sobre la criatura; le buscó legalmente la confirmación de que "Carlos Salgado" era su padre, por si podían albergarse dudas, otorgando una tranquilidad paternal a la criatura. ¡Gran mujer! Sacrificó su amor por "Félix" por dar estatus paterno a su hija.



Hoy de modo absolutamente subliminal, en el recuerdo de la despedida de "Julia" por parte de "Félix", se nos ha colado aquella insistencia argumental como contaba de los filmes españoles de los años 50. El que una mujer que se enrollara con otro hombre y las cuentas de la paternidad no cuadraran, podía ser blanco de infamias injuriantes, difamaciones sin escrúpulos, diana mortífera de lapidación sin algún miramiento. Tenía la secuencia ese Dejavù, no en el continente pero sí en el contenido de la historia que hemos visto en muchos filmes españoles de época.
Es una secuencia preciosa, no sólo por lo que se dice o expresa sino por lo que hay de viejas historias de pasados remotos, cuando la vida era diferente pero los sentimientos y los adulterios  eran similares a los de hoy. Cuando una mujer, difamada con verdad o mentira, con razones supuestas o sin ellas, era excluida de la sociedad de la época.



Sorprendente en la historia de "Amar es para siempre" o de "Amar en tiempos revueltos" dar ese beso de Rodin y mostrar tal pasión lingual sosteniendo, bajo su corpachón, doblada a una mujer que parecía inexpugnable: "Fuen". Como besaban Clark Gable o Stwart Granger, beso de eterna primavera que te permite respirar algo como si fueras con escafandra, pero que te permite controlar el aliento a pesar de que se te corte la respiración. ¡Besazo! Los amores tardíos que siempre están ahí agazapados y...¡zas! te pillan sin saber cómo ocurrió. Dos actores, como los de la vieja guardia, sujetando su interpretación a la naturalidad de sus gestos y exabruptos de las pasiones, en su medida justa sin imponerse el uno al otro o banalizar su interpretación por sobreactuación. José Antonio Sayagués y Lola Casamayor. Secuencia con gran sentimiento y ternura, además de valiente, con un precioso mensaje: que dos personas que se amaban calladamente, en un instante, lo transforman todo en una vida.




Hoy el "Campechano" no ha tenido desperdicio. Llamadas telefónicas a aquellos amigos estafadores que tenía, para concertar comidas de negocios (un día saldrán Mario Conde, Botín, Carvajal y Urquijo, Gerardo Díaz Ferrán, Jaume Matas y Arturo Fernández); contactos donde comenzaba a fraguarse aquel capitalismo de amiguetes ante la inopia e ilusión general; así como  ese aire populista y majete de "Campechano" a través de las ondas hertzianas pero que estaban más vigiladas que la prisión de Alcatraz. Fue una época de ilusión, que se vivió en Madrid sobre todo, previo al nombramiento de Juan Carlos como Sucesor en el chiringo y que creaba unas expectativas que, contempladas desde hoy, absolutamente fracasadas entre tanta montería, caza, marquesados y corrupción a discreción.



















8 comentarios:

  1. Solo una palabra precioso. Y como me he reido con campechano. Tu admiradora

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  2. Asi fue Campechano si señor acojonante tu escrito de hoy. Alto y claro Bona nit José Ignacio

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  3. Es verdad Iñaki el rey fue asi yo ya lo decia y la gente no me creia incluso mi marido y yo discutiamos sobre ello. Y ahora esta ya claro. Gabon y asi se habla Iñaki muxus

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  4. Excelente resumen de lo oacurrido hoy Es cierto que Juan Carlos fue radioaficionado yq ue conectaba con facilidad, sobre todo con el extranjero Gracias Jose Ignacio

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  5. Creo que Jaime tiene un dificl papel para el futuro esta quemando las naves. Los gionistas tendrán que ingeniar. Me gusta lo veo muy perdido y angelical y demonio tambien

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  6. Este artículo se lo dedico a Marta Etura, una donostiarra de categoría, elegante y muy sensible,una de las mejores actrices de hoy y persona respetuosa, sensata y tolerante. Se ha descuadernado en promocionar su filme, "El guardián invisible" y merece se le vaya a ver

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    1. Estupendos todos tus artículos. Y si, mañana iré a ver El guardián invisible.

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  7. Te honra José Ignacio tu gesto. Yo tambien ire a verla. Que descanses.

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