LOS PACHULIS

ACTRICES: MARÍA JOSÉ GOYANES Y THAÏS BLUME

Ha habido dos grandes secuencias; otras muy divertidas y ocurrentes; algún timo que me parece se prepara; cartomancia de barracón de feria con olor  a churros;  y por encima de todo, una mirada que habla por sí sola y que me ha dejado perplejo. Ocurre en la cena. "Félix", da un agradecimiento por tener esta família y, "Nuria", cuando "Félix" habla de sus hijos, yo creo presiente algo. Es una sensación personal, pero Thaïs Blume, que sabe perfectamente  medir los tiempos y encuadrar los gestos con las intenciones a lo largo de toda la serie, ha mirado con melancolía, curiosidad y un acercamiento a "Félix", de manera diferente; que ha parecido como si algo  se le escapara y le inquietara, como si su sangre se revolviera en su interior y mandara información a un sentir muy especial por la figura de este hombre, al que creo ya no sólo lo ha visto como ese "padre". Ese amigo de su padre, ese hombre que de algún modo siempre ha estado en su vida y mostrado un gran cariño. Algo presagia "Nuria". ¡Ojo! Que ha habido un posible flechazo paternal.

Ver en cualquier secuencia a María José, es ponerme a reír. Ello es la mayor cualidad de un actor. Ver a la "Marquesa" con "Ginés" explicando de que va el tema, oler eso que huele a almizcle y quemado, no tiene precio. Con un poquito es suficiente. Ver "colocada" a "Ana María" ha supuesto un despiporre total. Entre los ginebrones y la hierba aromática esta que cura infecciones, va a acabar peor que Jimi Hendrix, en Woodstock. 

María José siempre ha tenido una vis cómica inenarrable. Le salía así. Aquella "Polola" de "Un rayo de luz", que era tan sumamente graciosa, eclipsaba incluso a Marisol. Era tierna, salerosa, desgraciadilla e ingenua y todo lo que decía o hacía parecía un chiste. No me extraña la risa que daba en esta secuencia, surrealista total y al estilo de Blake Edwards, con ese mayordomo indescriptible: Manuel Sánchez Ramos/"Ginés, que parece sacado de "¿Víctor Victoria?". Con ese humor caustico, hilarante, atemporal y elegante de lo británico que siempre presenta en su interpretación en pantalla. Un actor de gags visuales de permanecer impasible, que no se inmuta ante nada, que ahorra flemáticamente y que es pura frialdad y emoción contenida. Y esta tarde, como buen flemático, preparando el enredo del 3% para beneficio de la "Marquesa", como Artur Mas, con otro timo, sólo ha realizado el esfuerzo necesario para afrontar cómo traer, entre la flor y nata de los incipientes hiipies, al pintor con el que dar el "palo".

  

Ver esta secuencia ha sido enorme, al margen de la "Marquesa" y de su "Mayordomo". Era recuperar Woostock. Aquella potente contracultura rupturista de finales de los 60. Aquella época que Antonioni reflejó en "Blow-Up" o André Cayatte en los cortadísimos por la censura española "Caminos de Katmandú", a Ang Lee en "Woostock" o a Michael Wadleigh. Esta tarde hemos asistido, en clave de comedia, al nacimiento del más pujante movimiento cultural de aquella época. La juventud que entre sus pocos años, algo de LSD y un aperitivo de Pachuli, un mucho de amor por el género humano, más de esperanza en una sociedad libertaria y la conden a la guerra del Vietnam, revolucionó la sociedad, el arte y la música. Esta gente que era una desgalichada esta tarde, fueron sinónimo de paz, libertad y respeto, que son los valores que transmitió esta maravillosa generación y el movimiento hippie tan digno de elogio. Callejeros de hace 50 años, hijos de las flores, la época de las baby doll,  palpito final de una generación que apuntaba a denunciar la mojigatería, la explotación y la guerra.

Muchos murieron con la droga y hoy sólo quedan unas canciones y un recuerdo de lo que pudo ser y acabó enterrado aunque su espíritu hoy perdura. Murieron por la droga, la fama y con la locura, pero nunca les olvidamos. Tras los desarrapados que hemos visto, que te podían "pegar las chinches" como recuerda la "Marquesa", pero marcaron un amor inmenso por la vida, el placer y la libertad.

                                    

Hay una canción de Jane Birkin: "Ex Fan des sixties", que les rinde un apoteosis homenaje a aquellos ídolos del Rock de aquellos años locos, que desaparecieron y que proclamaron la paz, amistad, sexo y diversión. Me ha emocionado mucho, aún más hoy, visto con la perspectiva del tiempo.

Este lenguaje retrechero de "Pelayo",  me encanta. Con artificios elude la realidad y la confesión de su verdad de un gran sentimental que hay dentro de él; es de otro siglo al que pertenece este personaje. Siempre dije que, "Pelayo", era comunista por decir que era del siglo XX, pero en realidad es de la época goyesca y chamberga del marqués de Nuévalos. ¡Bueno! Y cuando ha contado lo de sus amores ante la beata salidorra, hijos y ligues pasajeros, para caerte del sofá. Los espasmos sexuales de ella, antológicos,  son como aquel que decía que "el que de joven no la corre, de mayor sin parar se corre". ¡Es mía la frase! ¡Graciosísimo "Pelayo!" Conoce muy bien a las mujeres y en especial a las que, como "Fuen", cuando se enamoran en su lejana edad, se desmadran.

La última secuencia es la otra de las dos grandes. "La familia y uno más" que contaba Fernando Palacios, en 1.965. Los reyes del cine italiano de la nostalgia familiar, han filmado siempre las secuencias del grupo familiar con un sentimiento desgarrador sobre cómo el tiempo ha moldeado a la misma. Te vapulea verla en el correr del tiempo y te pilla, como esta tarde "Félix" en su discurso con la presencia de su otra hija "Nuria", con la guardia baja y te pega donde más te duele en el alma; porque la familia se suele disgregar y acabar, tal como la conocimos en nuestros primeros años y un día se van de casa pero antes se van despidiendo poco a poco. De alguna manera, "Félix", ha lanzado este epitafio donde la vida ha palpitado en su seno más vibrante: cuando estaba reunida. Esta tarde, esta espléndida secuencia, te da donde más. Y me gusta este "Jaime" emprendedor, pero me parece le van a estafar. Creo que voy entrando en ese enorme personaje, en apariencia soso y perdido, tiene una mala suerte absoluta, por su bondad e ilusión a pesar de sus errores.

Atención! Que me parece que "Barrantes" es un gran timador. Tiene todas las cartas. Por cierto hablando de cartas, la cartomancia de ese modisto que lo pintan gay y no se por qué a la mayoría los dibujan así de "locas", practicando el otro timo: las cartas y el futuro. Se acopla cualquier carta a lo que de antemano conoce el "figura". Si sale "la luna", se trata de hablar del secreto de su vida; si hubiera salido "el demonio", se trataría del infierno que estaba pasando por el secreto; si sale "el gorila", te camela con que es la fortaleza de tu espíritu frente al secreto. ¡Un timo!.

Mando mi solidaridad al equipo de "Acacias 38" que se les ha quemado el plató de la calle y plaza de la serie. Le mande a mi apreciado amigo Jorge Pobes, mi solidaridad.