FUE EN AQUELLAS GLORIOSAS FERIAS DE AMARA DONDE, UNO, PODÍA CONTEMPLAR EXTASIADO, EL NUEVO INVENTO DEL CINEMATÓGRAFO. OCURRÍA A PRINCIPIOS DEL SIGLO PASADO. ES INCREÍBLE LO AVANZADA QUE FUE DONOSTIA EN LO DEL CINEMATÓGRAFO.
Ferias como marco la conocida Fuente de la Salud que, por tres caños, manaba un agua curativa. En torno a ella se juntaban las gentes, entre volados, churros y aguardiente, acordeón y chicas muy guapas, en amena tertulia, hasta que de ahí surgió las "Ferias de Amara", las de San Juan.
AQUEL AMARA
Había de todo, tras unas semanas de etiquetas, gente comiendo churros en mangas de camisa, comiendo churros, jugando a las rifas, montando en los toboganes, hasta precursores del Jazz con la murga gaditana interpretando en el barracón Olimpia.
Las ferias eclipsaron al resto de la Ciudad. Orquestófinos que propagaban música de grandes oberturas, cancioncillas de moda que daban gusto al cuerpo, como las de Félix Mayol, el verdugo sentimental de los corazones de aquella generación del music-hall. Félix Mayol, al que recordara Charles Trenet en "J´aime le music-hall". ¡Categoría para una Donostia que escuchaba las canciones populares más emotivas de la Francia de aquel tiempo!
La Voz de Félix Mayol
LAS FERIAS DE AMARA
Estas fiestas contaban con un atractivo inigualable: El cinematógrafo, en cualquiera de sus variantes primarias. La ciudad estaba vacía; desde un lánguido Boulevard sin público y con cuatro gatos escuchando la música del kiosko que dirigía Rodorera o Gabiola, hasta la terraza del Casino donde los camareros bostezaban haciendo las mayores piruetas para disimularlo. El público se encontraba en las ferias de Amara.
Ahí comenzaron lo barracones de los cines en Donostia, previo al templo de las salas cinematográficas. Los cines "Rocamora", "Sanchis" y "Ferrusini. Y no fueron los primeros porque, ya en 1896, en el Boulevard de Donostia apareció una sala que llevaba un Kinetóscopio. Inventado por Edison y desarrollado por William Kennedy Laurie, fue la primera máquina de cine.
KINETÓSKOPIO EN DONOSTIA
El kinetóskopio era una sucesión de imágenes fijas que perduraban una décima de segundo en la retina, confundiéndose entre ellas y así daban sensación de movimiento.
En las ferias de Amara, por una peseta se veían tres números aplicando los ojos a unos vidrios: una riña en una taberna; así como la bella Graldini, una belleza del circo que murió pobre y ya anciana en algún país latinoamericano.
Un año antes de presentarse este invento en las ferias, el 5 de julio de 1.895, un año después que en Broadway, este invento se instaló en la Alameda del Boulevard, en el 19 frente al kiosko. Todos los días había lleno total en proyecciones que duraron hasta entrados septiembre de ese mismo año, un mes aproximadamente.
LOS CINES DE LAS FERIAS DE AMARA
En agosto de 1.896 el invento se hizo aún más poderoso y creíble. Se trataba de fotografías animadas a tamaño natural. Por primera vez en Donostia, los espectadores de aquel agosto podían ver a personas de fotos, moviéndose, era asombroso ver correr a alos tranvías o moverse a los coches. Se estaba utilizando el kinetóskopio pero con las mejoras de Edison para ver a las personas en su tamaño natural.
Pero el cine en Amara proviene de aquellos barracones de las ferias de Amara, donde desde un mostrador alto se despachaban localidades y un orquestófono, pregonaba en el interior, sesiones de imágenes en movimiento ante una taquillera empolvada, labios pintarrajeados, casi lunar en la expresión y que parecía selenita. Era el cine en Amara.
Eran filmes breves, de hasta 5 minutos muchas veces. Filmes como "Quince céntimos de puerros" por ejemplo. O la aparición asombrada de Max Linder y más tarde los retóricos explicadores fueron sustituidos por carteles
MAX LINDER
El cine, en sus inicios, era un entremés. Tras la proyección de un filme, comenzaron a interpretar las primeras canzonetistas, como "La Goya", "Pastora Imperio o "Paquita Escribano".
PAQUITA ESCRIBANO PASTORA IMPERIO
LA GOYA, BILBAÍNA Y ESPLÉNDIDA
EL TEATRO BELLAS ARTES DE LA CALLE EUSKALHERRIA
Este que ven aquí arriba, según Álvaro del Valle Lersundi, fue el primer cine cine en la ciudad: El Bellas Artes de la calle Euskalherria. Se inauguró el domingo 2 de diciembre de 1.900. Se trajo desde París un aparato de proyección novísimo que proyectaba hasta diez mil metros de película, unos veinticinco minutos. Se exhibía, sobre todo, lo relacionado con este invento y también se daban proyecciones de "Linterna Mágica", en los tiempos muertos.
Las sesiones costaban en esta inauguración: El Palco, con seis entradas, se adquiría por 4 pesetas. Butaca, con seis entradas, 0,50 pesetas. delantera de anfiteatro: 0,50 pesetas y la entrada general: 0,25 pesetas. Las sesiones duraban una hora. Se variaban mucho los programas y los días de lluvia se adelantaban los programas. Usándose del teatro para desfiles de moda y actuaciones de orquestas. Filmes como "La muerte de Don Cleto" crearon adicción y en torno a ellos se compusieron polkas y programas de cine anunciándolos. José María Etxeberría creó una polka: "Los apuros de Don Cleto".
El 27 de febrero de 1.901 se estrenó en colores pintados por especialistas en París: "·Juana de Arco" de Georges Meliès.
Aunque los anuncios advertían duraba más de veinte minutos, este filme, sólo alcanzaba los once, pero maravillosos. El argumento se vendía en "Casa Díaz" por 10 céntimos.
En las navidades de 1901, en este teatro de la calle Euskalherria, se proyectó un filme feérico sobre una bucólica navidad: "El sueño de Nöel", formada la película por cuadros diversos: "El dormitorio", "El sueño", "El reino de los juguetes", "Los mensajeros celestiales", "Baile de las muñecas", "Sobre los tejados", "Los ángeles de Nöel", "Los campaneros", "El viejo campanero", "Las dos campanas", "La misa de media noche", "La parte del pobre", "El país del hielo", "El árbol de Nöel", "Dichoso despertar", "La estatua de la nieve", "Los regalos de Navidad", "La Farándola", "El invierno", "La aurora boreal" y "Apoteósis".
Imágenes del filme de Goerges Meliès "Le reve de Nöel"
Proyectores Gaumont similares al de la calle Euskalherria
Hoy, donde ayer estuvo el Teatro Bellas Artes
Precioso documento y muy curioso en verdad. Enhorabuena
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